El reparto de la fortuna del Euromillones

Una ganadora del Euromillones dio un millón a cada familiar antes de morir

La irlandesa Margaret Loughrey, ganadora de 31 millones en el Euromillones, donó buena parte de su fortuna a familiares y vecinos. La semana pasada falleció de forma repentina.

Billetes de euro.
Billetes de euro.
Imagen de Racool_studio en Freepik.

El pasado jueves 2 de septiembre la muerte de Margaret Loughrey (56 años), conmocionó a Irlanda. Esta mujer natural de la localidad de Tyrone se había hecho famosa en su país tras ganar un premio de 31 millones de euros en el Euromillones en 2013. La semana pasada fue encontrada muerta en su vivienda y ahora una autopsia determinará la causa del fallecimiento.

Días después de su muerte se van conociendo cada vez más datos sobre cómo Loughrey gestionó la fortuna derivada del premio del Euromillones. Pocos meses después de ingresar el premio, la afortunada declaró al diario 'Belfast Live', que donaría "casi toda su fortuna". "Sé lo que es no tener nada. Pasé parte de mi vida adulta desempleada y la otra mitad con el salario mínimo. Conozco lo que es pasar por tiempos duros", indicó.

Entre 2013 y 2021, Loughrey cumplió con su promesa e hizo diferentes donaciones, además de utilizar parte del dinero para otros menesteres como, por ejemplo, construir la casa de sus sueños. Sin embargo, el dinero no trajo consigo únicamente buenas noticias. La irlandesa declaró en 2019 que había sufrido muchos robos y que el dinero le había "destrozado la vida".

Vecinos de Loughrey explican en el diario 'Belfast Telegraph' que la millonaria había tenido "altibajos" en su vida, pero destacan su carácter generoso tras ganar el Euromillones.

Y es que parte de las donaciones fueron para familiares y vecinos. En concreto, Loughrey donó 1,1 millones de euros (1 millón de libras) respectivamente a varios de sus familiares. Además, dio alrededor de 5.800 euros (5.000 libras) a los vecinos de la comunidad de Strabane.

Las inversiones inmobiliarias de la ganadora del Euromillones

Paul Gallagher, vecino, desveló que Loughrey había terminado de construir la casa de sus sueños. Para ello, compró un granero abandonado y lo remodeló a su gusto para convertirlo en una vivienda con un tejado curvado.

"Había estado viviendo en un adosado al lado del granero hasta que se terminó. Es una pena que no haya podido disfrutar de su nueva casa", indicó al 'Belfast Telegraph'. Asimismo, Loughrey adquirió otro adosado por 146.000 € (125.000 libras), un pub y un antiguo molino transformado en centro de ocio.

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