La Comisión Europea ha abierto el debate político sobre el futuro de las pensiones a través de un informe que titula 'Libro Verde sobre el envejecimiento' y en el que plantea medidas a los gobiernos, algunas totalmente innovadoras y otras que ya están en marcha en diferentes países, y en el que tiende la mano para apoyar el desarrollo de las iniciativas nacionales, que tendrán que ser ambiciosas para anticiparse a una situación con unas proyecciones que harán inviables los actuales sistemas de pensiones.
El envejecimiento es un problema real en toda Europa, donde la media de edad se sitúa en 42,5 años, y un contexto que obligará a los países del continente a tomar medidas drásticas a corto plazo, como alargar la edad de jubilación con diversos incentivos o penalizar los retiros tempranos, dos de las claves de la reforma de las pensiones en la que trabaja el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.
Sin embargo, además de las medidas en la que trabaja el ministro, La Comisión Europea plantea otras iniciativas que permitan sostener un sistema público y solidario, que en España se financia con las cotizaciones de los trabajadores, en un contexto en el que apenas dos afiliados sostienen a un pensionista, que cobra su pensión de media 20 años, y en que las aportaciones realizadas a la Seguridad Social durante toda la vida laboral apenas sirven para pagar siete de cada diez euros de nuestra futura pensión.
Aprovechar "al máximo" la vida laboral
"La gente tendrá que seguir trabajando durante más tiempo en el futuro para mantener unas pensiones adecuadas, justas y sostenibles, que mayoritariamente son la única fuente de ingresos de los mayores", señala el informe oficial, en el que se admite que hay dos opciones: elevar las cotizaciones, lo que supondría una doble carga para los jóvenes, o unas vidas laborales más prolongadas. Según Eurostat y recoge el documento de la Comisión Europea, para mantener la actual tasa de dependencia -personas con más de 65 años frente a personas de 20 a 64- , en 2040 será necesario trabajar hasta los 70 años en la UE, y en algunos países incluso más.
Es necesario, asegura, limitar las jubilaciones anticipadas a casos objetivamente justificados, impulsar sistemas flexibles de jubilación y eliminar los regímenes preferentes de pensiones. En el caso es el de Clases Pasivas de los funcionarios, cuya gestión ha recaído recientemente en la Seguridad Social y que permite la jubilación a los 60 años, con 35 cotizados y sin penalización. Los nuevos funcionarios se están incorporando, de forma progresiva, a la Seguridad Social, donde la jubilación es a los 65 acreditando 38 años y 6 meses de cotización.
El documento también propone que los Estados faciliten y fomenten las participación en regímenes complementarios de pensiones -de calidad, seguros y rentables- y advierte que debido a que la economía y el mercado laboral podrían afectar a las bases actuales de cotización, con los perjuicios que supondría, los gobiernos debería reconsiderar cómo financiar sus sistemas de pensiones y protección.
Trabajo y formación en la tercera edad
El informe plantea la necesidad de formarse y capacitarse de manera continua y no solo seguir trabajando muchos años más. La formación, asegura, es clave desde una edad temprana hasta que se llega a la jubilación para participar en el mercado laboral. Admite que existe un riesgo claro de quedarse sin la mano de obra suficiente, lo que tendrá como consecuencia mayores dificultades para prestar servicios, mantener la producción y el mantenimiento del Estado de Bienestar, especialmente a lo referido a las pensiones, la sanidad y la educación.
"Los estados miembros deben favorecer políticas que permitan la entrada de más personas en el mercado laboral, mejorar la productividad y facilitar las vidas labores más prolongadas". Así, aboga por una mayor participación de la mujer en el mundo laboral, con la colaboración de los hombres en las tareas del hogar y en el cuidado de mayores y niños. Además, pide abrir la puerta a la migración legal, la incorporación al empleo de las personas con discapacidad y fomentar el emprendimiento entre las personas mayores.
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