Europa en el furgón de cola de una recuperación que se acelera en la OCDE

  • París.- Los signos de recuperación económica son más favorables que a finales de año, aunque Europa se queda en el furgón de cola de la OCDE en esta evolución por la desconfianza sobre sus finanzas públicas y porque no aprovecha, como EEUU y Japón, el tirón de los países emergentes.

La OCDE mejora las previsiones del PIB para España
La OCDE mejora las previsiones del PIB para España

París.- Los signos de recuperación económica son más favorables que a finales de año, aunque Europa se queda en el furgón de cola de la OCDE en esta evolución por la desconfianza sobre sus finanzas públicas y porque no aprovecha, como EEUU y Japón, el tirón de los países emergentes.

Este es el diagnóstico de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que en su informe semestral de perspectivas publicado hoy advierte de que los riesgos que pesan sobre la recuperación global son ahora más elevados que en noviembre, debido a la magnitud de los flujos de capitales en los mercados emergentes y a la inestabilidad de los mercados de deuda.

La OCDE que en su conjunto sufrió un retroceso del Producto Interior Bruto (PIB) del 3,3% en 2009, lo aumentará un 2,7% este año, ocho décimas más de lo augurado en noviembre, mientras que en 2011 la progresión será del 2,8% (tres décimas más).

Estas cifras se producirán en un contexto de expansión mundial a un ritmo en torno al 4,75% durante este ejercicio y el próximo.

El motor de esta mejora será el restablecimiento del comercio internacional y el impulso que viene de las grandes economías emergentes, en particular asiáticas, del que se benefician más Estados Unidos y Japón que Europa.

Por eso la zona del euro sólo tendrá una subida de su PIB del 1,2% en 2010 y del 1,8% en 2011, lo que supone respectivamente tres y una décima suplementarias respecto a la previsión del anterior informe.

En Europa también pesa la situación de la dinámica de la deuda en varios países, obligados a poner en marcha planes de ajuste para tranquilizar a los mercados, lo que frenará su recuperación, en particular en Grecia, cuyo plan de ajuste hundirá su economía este año (-3,7%) y el siguiente (-2,5%).

Para España los autores del estudio no llegan a esos extremos porque no creen que el recorte del gasto presentado a comienzos de mes vaya a tener un severo impacto este año, cuando el recorte del PIB será del 0,2% (en noviembre habían estimado un -0,3%, la misma cifra que da ahora el Gobierno).

El impacto llegará en 2011 y se traducirá en una decepcionante ascensión del PIB del 0,9%, la misma cifra del informe precedente, y cuatro décimas por debajo de la que dio la semana pasada el Ejecutivo español tras integrar el ajuste presupuestario.

Estados Unidos ofrece la mejor cara de la OCDE, ya que se espera una expansión de su PIB del 3,2% este año y el próximo (para 2010 siete décimas más de lo anticipado y para 2011 cuatro más).

Tampoco se queda atrás Japón, con un salto del 3% este año (1,2 puntos más de lo previsto en noviembre) tras el retroceso del 5,3% en 2009, y un ritmo más moderado de ascenso en 2011 (2%).

La OCDE advierte de que "estas perspectivas moderadamente alentadoras" podrían verse afectadas por riesgos "significativos": los citados problemas de la deuda, en particular en algunos países europeos, pero también la amenaza "seria" de un recalentamiento de ciertos mercados emergentes, en particular China e India.

El economista jefe de la OCDE, Pier Carlo Padoan, considera que la crisis de la deuda evidenció que la zona del euro tiene que "reforzar significativamente su arquitectura institucional y operativa para disipar dudas sobre la viabilidad (...) de la unión monetaria".

Por eso reclama medidas que garanticen la disciplina fiscal, que van desde una vigilancia más estrecha a "sanciones más efectivas" y auditorías externas de los presupuestos nacionales.

El economista jefe no descarta que "donde haga falta" haya que recurrir a subidas de los impuestos que "tengan un menor perjuicio para el crecimiento", es decir, los que gravan "el consumo y las tasas de carbono" sobre las emisiones contaminantes.

La necesidad de un dispositivo de salvamento del euro "es un recordatorio de que el periodo de inestabilidad significativa que empezó en agosto de 2007 todavía no ha terminado", según Padoan.

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