La Eurozona se estanca hasta marzo con la presión creciente de los tipos y los precios

La presión de unos tipos de interés al alza y una inflación que no termina de doblegarse impide a la Eurozona salir del estancamiento económico. El conjunto de países que comparten moneda creció un leve 0,1% en el primer trimestre del año, frente al retroceso del 0,1% que registró entre octubre y diciembre. El hecho de que el Banco Central Europeo (BCE) haya tenido que seguir adelante con las alzas de tipos para frenar una espiral de precios, unido a la incertidumbre provocada por las turbulencias financieras -que están afectando de forma negativa al crédito- y por la guerra en Ucrania supone un freno para la actividad de la región. 

En abril, la inflación rompió con seis meses de caídas y subió una décima hasta el 7%, impulsada sobre todo por el precio de los alimentos (los procesados se dispararon un 14,7%), que han tomado el testigo de la energía y son el elemento que más presión ejerce sobre la cesta de la compra. Al mismo tiempo la subyacente, que excluye de su cálculo el precio de los alimentos frescos y de la energía, se mantiene en el 5,6%, por lo que se modera de forma muy suave y sigue cerca de sus máximos. Es un nivel que indica presiones más estructurales y que obliga al BCE a seguir adelante con el endurecimiento de la política monetaria, por lo que la financiación seguirá encareciéndose.

La Comisión Europea ya advirtió el lunes de que la inflación seguirá elevada este año tanto en la Eurozona como en la Unión. En sus nuevas previsiones macroeconómicas el organismo apunta a que la tasa general de IPC se moderará a un ritmo menor de lo que preveía hace solo unos meses, el pasado febrero. Así, la sitúa ese años en el 5,8% de media y en el 2,8% el próximo, niveles dos y tres décimas superiores, respectivamente, a lo que había calculado en sus proyecciones previas. La parte positiva es que la contención de los precios de la energía ha permitido al Ejecutivo comunitario elevar dos décimas su previsión de crecimiento para la Eurozona hasta el 1,1% este año y hasta el 1,6% el próximo (en una décima).

En términos interanuales, la economía del área del euro avanzó un 1,3% en el primer trimestre. En el caso de la Unión Europea a Veintisiete, la segunda estimación de los datos publicada este martes por Eurostat revela que el PIB avanzó un 0,2% de enero y marzo, cuando venía también de contraerse un 0,1% en el último trimestre del pasado ejercicio. En relación al mismo periodo de hace un año la actividad del conjunto creció al 1,2%.

España lidera el crecimiento en la UE 

Entre los países de la Unión Europea para los que existían datos desagregados, Polonia (+3,9%), Portugal (+1,6%) y Finlandia (+1,1%) registraron el mayor avance interanual del PIB. En el lado opuesto se situaron, mientras tanto, Lituania (-3%), Irlanda (-2,7%) y Países Bajos (-0,7%). Si se toman como referencia las principales economías del continente, entre enero y marzo y en términos trimestrales Italia y España crecieron un 0,5%, Francia registró un avance del 0,2%, mientras que la riqueza alemana se estancó.

Si la comparación se hace con el mismo trimestre hace un año, España lideró el crecimiento en toda la Unión Europea con un avance del 3,8%, seguida de Rumanía (+2,8%) y de Portugal (+2,5%). Las contracciones más severas de la actividad se dieron, sin embargo, en Lituania (-3,6%) y Hungría (-1,1%), dos economías que hasta ahora eran muy dependientes de Rusia, así como en Chequia (-0,2%) y Alemania (-0,1%).