El PIB cayó un 0,1% trimestral

La caída del consumo lleva a la Eurozona a la recesión y cuestiona la dureza del BCE

La economía de los países que comparten el euro encadena dos trimestres consecutivos de retroceso en un momento en que el Banco Central Europeo ha dejado claro que su objetivo primordial sigue siendo la inflación

La caída del consumo lleva a la Eurozona a la recesión y cuestiona la dureza del BCE
La caída del consumo lleva a la Eurozona a la recesión y cuestiona la dureza del BCE
DPA vía Europa Press

La economía de la Eurozona entró oficialmente en recesión técnica entre enero y marzo al registrar dos trimestres consecutivos de caída. El PIB de la región volvió a contraerse un 0,1% en relación al cuarto, arrastrado por el retroceso de la demanda, tanto privada como pública, en un contexto de aumento de los costes financieros y en el que la inflación apenas da tregua a los hogares. El Banco Central Europeo (BCE) ha venido buscando enfriar la economía del área con la subida más acelerada de los tipos desde que existe el euro, y ha dejado claro que mantendrá esos incrementos al entender que la tasa subyacente (que excluye de su cálculo la energía y de los alimentos frescos y apunta a tensiones más estructurales de los precios) no ha tocado aún techo. 

De enero a marzo el gasto en consumo final de los hogares se redujo un 0,3% en la zona del euro y restó una décima al PIB; mientras, el gasto en consumo final de las Administraciones Públicas disminuyó un 1,6% -pese al despliegue de los fondos Next Generation- y restó otras tres décimas al crecimiento. Los datos que ha hecho públicos este jueves Eurostat, la oficina de estadísticas europea, apuntan a un descenso de las exportaciones del 0,1% y a una caída mucho mayor de las exportaciones, del 1,3%, en medio del frenazo general de la actividad. La inversión, sin embargo, avanzó un 0,6%. 

El retroceso del 0,1% del PIB supone que Eurostat ha revisado dos décimas a la baja su estimación inicial, que publicó en mayo y apuntaba a un avance muy moderado, del 0,1%. Es la primera vez en que la economía del área del euro entra en recesión desde el terremoto provocado por la pandemia de Covid y la paralización de la actividad y restricciones aprobadas para hacerle frente. En términos interanuales, comparando el primer trimestre de este año con el mismo de 2022, la actividad avanzó al 1% entre la veintena de países que comparte el euro. 

La Unión Europea sí consigue esquivar la recesión

Tomando en consideración las cifras desestacionalizadas (excluyendo los efectos de calendario) el volumen de PIB de la Eurozona fue un 2,2% superior al que registraba a finales de 2019, antes de que estallase la crisis sanitaria. En el caso de la Unión Europea, los Veintisiete en conjunto sí consiguieron esquivar la recesión a comienzos de año, dado que el bloque avanzó un 0,1% después de que su PIB se contrajese un 0,2% entre octubre y diciembre. En relación al mismo trimestre del ejercicio previo, la UE avanzó también un 1%. 

La región también se vio afectada por una merma del gasto en consumo de las familias (-0,3%) y del sector público (-0,9%), si bien la inversión aguantó el tipo, al crecer un 0,3%. En lo que respecta al sector exterior, las exportaciones aumentaron un leve 0,1% en un contexto en el que otras grandes economías del planeta también se ven golpeadas por la incertidumbre, mientras que las importaciones retrocedieron un 1,3%.

Aumenta el empleo, otro de los aspectos que vigila el BCE

Uno de los factores a los que el BCE ha venido prestando especial atención es a la marcha del mercado de trabajo, y muy especialmente a la evolución de los salarios y cómo estos impactan en la inflación. La presidenta del emisor, Christine Lagarde, advertía esta misma semana de que la presión que estos ejercen contribuye más que los beneficios empresariales a la hora de mantener los precios en niveles elevados.  Según Eurostat, el número de personas empleadas aumentó un 0,6% en la Eurozona en el primer trimestre en comparación con el trimestre anterior (su avance acelera tres décimas). 

Si la comparación se hace con el mismo periodo del año anterior, el aumento del empleo se aceleró una décima hasta el 1,6%. No solo aumentó el empleo, sino que lo hicieron también las horas trabajadas (que apuntan a un empleo de mejor calidad), un 0,6% en relación al cuarto trimestre. La oficina de estadística calcula que a finales de marzo había 216,1 millones de personas empleadas en la UE, de las cuales 168,2 millones lo estaban en la zona del euro. La productividad medida por el número de personas empleadas en relación al PIB cayó un 0,6%, mientras que en relación a las horas trabajadas lo hizo un 0,9%.

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