La evasión fiscal se impone en la agenda de los líderes económicos mundiales

Las ondas del escándalo de los "Panama Papers" repercutieron este jueves en Washington, con un llamado europeo a enfrentar los paraísos fiscales, en tiempos en que la economía global transita una sombría desaceleración.

Las cinco principales economías europeas -Alemania, Reino Unido, España, Francia e Italia- aprovecharon la caja de resonancia de las reuniones de primavera (boreal) del FMI y el Banco Mundial en la capital estadounidense para emprender una nueva cruzada contra la evasión fiscal, puesta en el centro de la atención del liderazgo económico mundial luego de que un esfuerzo global de esconder dinero de las autoridades quedara al descubierto en los "Panama Papers".

En una carta publicada el jueves, el grupo, bautizado "G5", exhortó a sus socios del G20 a incluir en una lista negra a paraísos fiscales como Panamá si no comparten datos de registros de compañías.

"Duras palabras de condena no son suficientes (...) necesitamos acción internacional, ahora", dijo el ministro de Finanzas británico George Osborne.

Panamá reaccionó a la propuesta europea expresando su voluntad al diálogo y a implementar reformas para evitar la evasión fiscal.

"Estamos en disposición de apoyar activamente diálogos diplomáticos y reformas domésticas para abordar este reto global", indicó en un comunicado la cancillería panameña, destacando el "irreversible" camino del país centroamericano hacia "una mayor transparencia internacional".

La iniciativa europea busca presionar a los países que no cooperen pero también acabar con el secretismo de entidades constituidas en paraísos fiscales, proponiendo un registro internacional de los verdaderos propietarios de compañías, fondos, fundaciones y otras entidades que se esconden de las autoridades.

"Nuestras autoridades fiscales (...) deben poder conocer los propietarios reales de diversas entidades jurídicas y sus beneficiarios reales", declaró el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, durante una conferencia de prensa conjunta.

Pero la propuesta podría ser recibida con escepticismo por algunos países como Estados Unidos, donde algunos estados (Delaware, Wyoming) garantizan el anonimato de los propietarios de firmas offshore, cuando las principales economías del planeta se reúnan el jueves y viernes en Washington en el seno del G20.

Aún así, la comunidad internacional parece dispuesta a una nueva iniciativa internacional contra la evasión fiscal, desde que una anterior lista negra fuera creada en 2009. Ha sido un "trabajo inacabado", declaró la patrona del FMI, Christine Lagarde.

Un informe de la ONG Oxfam America aumentó la presión al indicar que muchas de las mayores empresas estadounidenses enviaron a paraísos fiscales unos 1.400 millones de dólares entre 2008 y 2014 para aliviar su carga de impuestos.

Más temprano, el presidente del Banco Mundial había advertido que la evasión fiscal tiene un "efecto tremendamente negativo" en la lucha global contra la pobreza.

En Washington, Argentina se presentó con una nueva cara ante los dirigentes económicos mundiales, un día después de que una corte neoyorquina autorizó el retorno del país suramericano a los mercados financieros tras una década.

"Argentina está de retorno", se congratuló el ministro de Hacienda, Adolfo Prat Gay.

Sin embargo el país suramericano, que ya apresta una enorme emisión de bonos estimada en unos 15.000 millones de dólares, no pretende entrar intempestivamente por la puerta del financiamiento internacional, advirtió Prat Gay.

"No volveremos a salir al mercado en busca de dinero tan frecuentemente, como ha sido en el caso en experiencias anteriores", explicó el ministro durante una conferencia en Washington, señalando que Buenos Aires "probablemente" no volverá a lanzar más títulos este año.

Las reuniones de los dirigentes económicos del planeta comenzaron oficialmente este jueves con un desahogo por el aletargado ritmo de la economía mundial, que este año crecerá un "modesto 3,2%", según el FMI.

"No hay muchos puntos brillantes en el mundo", dijo Kim, sin dejar de advertir sobre los "desafíos globales" planteados por el desplazamiento forzado en Siria, el cambio climático y las epidemias sanitarias.

En el frente económico, el riesgo más inminente proviene del Reino Unido, cuyos ciudadanos están llamados en junio a un referendo para decidir si permanecen en la Unión Europea.

El "Brexit", como se denomina a esa eventual ruptura, es una "seria preocupación" para la economía global, dijo Lagarde.

Pero la patrona del ente internacional formuló un llamado a que Gran Bretaña y el bloque europeo salven su "largo casamiento" de una ruptura.

"Como en todos los casamientos, las conversaciones pueden ayudar, y espero que el diálogo pueda continuar", apuntó.

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