Exceltur lamenta dos años perdidos sin acometer reformas estructurales

Madrid.- El presidente de Exceltur y vicepresidente de Sol Meliá, Sebastián Escarrer, ha lamentado hoy que se hayan perdido dos años sin acometer las grandes reformas estructurales que necesita el sector turístico español para mantener su competitividad.

En el acto de inauguración del V Foro de Liderazgo Turístico de Exceltur, Escarrer ha culpado de ello tanto a las Administraciones como a los propios empresarios, que han optado por silenciar las advertencias que hizo esta organización desde la misma tribuna hace dos años.

Escarrer se ha quejado de que una buena parte de los empresarios ha infravalorado la "valiente" tarea de Exceltur a la hora de hacer diagnósticos de problemas y realizar previsiones para el sector, ya que entre todos hubiéramos contenido mejor" el exceso de oferta existente.

Las organizaciones empresariales temían que la divulgación de las cifras reales pudiera asustar a las entidades financieras y cerrar aún más el grifo de sus créditos, indicó.

No obstante, también recordó que la Administración ha cometido errores como el incremento de los tipos del IVA, mantener elevadas las tasas de navegación aérea y complicar los trámites administrativos para las empresas del sector.

Además, acusó al Gobierno central de no darle al turismo "la misma importancia que a otros sectores" y recordó que la ley de Costas casi acaba con los famosos "chiringuitos".

Destacó el avance que supone la transferencia de las competencias turísticas a las comunidades autónomas, pero señaló que éstas deben coordinarse con el Gobierno central y aprovechar las oportunidades conjuntas de promoción, además de potenciar "un único mensaje de la marca país".

Todo esto ha ocultado los problemas reales del sector y ha hecho que el Gobierno no haya planteado planes de rescate tan importantes como los disfrutados por parte del sector del motor y el financiero.

De esta forma, la actividad en el sector turístico se ha redujo el pasado año un 5,6%, lo que supone una pérdida de 6.380 millones de euros como consecuencia de la recesión mundial, considerada por los economistas la mayor del siglo y que marca "un antes y un después" del turismo mundial.

Calificó la crisis económica de "pesadilla" que está modificando los hábitos de consumo turístico.

En su opinión, existen otros factores negativos que están influyendo en el sector a escala mundial y que han conducido a una "crisis de seguridad".

Concretamente, apuntó a la amenaza terrorista, especialmente en el sector aéreo, a la existencia de una "crisis ecológica sin precedentes" y al pánico sanitario creado de "manera interesada" a propósito de la gripe A.

Por tanto, estamos ante una crisis financiera, ecológica, política y de seguridad, y ante un momento histórico que exige una mayor coordinación de la política turística y una colaboración público-privada como nunca antes.

La situación de España es paradigmática, ya que es uno de los destinos líderes del mundo, pero en los últimos nueve años, su PIB creció por debajo de los niveles del conjunto de la economía española.

Este es un hecho excepcional en comparación con otros grandes países turísticos, añadió.