Expresidente de Pescanova critica a CNMV y a Damm en el recurso de su fianza

  • El expresidente de Pescanova, Manuel Fernandez de Sousa, que ha recurrido la fianza de 178 millones de euros que le ha impuesto la Audiencia Nacional por considerarla "excesiva" y "precipitada", ha criticado la actuación del máximo órgano de control bursátil y de los accionistas Damm y Luxempart.

Madrid, 10 sep.- El expresidente de Pescanova, Manuel Fernandez de Sousa, que ha recurrido la fianza de 178 millones de euros que le ha impuesto la Audiencia Nacional por considerarla "excesiva" y "precipitada", ha criticado la actuación del máximo órgano de control bursátil y de los accionistas Damm y Luxempart.

Así figura en el recurso enviado al Juzgado Central de Instrucción número 5, en el que asegura que la fianza es precipitada por el momento procesal en el que se encuentra el caso; que es excesiva; que no se conocen los cálculos realizados para imponerla; y que no se ha tomado la declaración de los testigos.

Manuel Fernández de Sousa está imputado en el caso Pescanova por presunto falseamiento de información económico-financiera, falseamiento de cuentas, de estafa, de uso de información relevante y de impedimento de la actuación del organismo supervisor.

En su recurso, Sousa, afirma que el supuesto perjuicio de los accionistas no puede ser valorado, ni siquiera en teoría, en tanto que la cotización de la acción de Pescanova continúe suspendida en los mercados secundarios.

En este sentido, ha criticado la actuación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) cuando suspendió la cotización de Pescanova el 1 de marzo y la levantó tres días después, el 4 de marzo, "sin ningún motivo, cuando se habían publicado hechos relevantes que cuestionaban la marcha de la empresa".

Lo que, a juicio de Sousa, "provocó fuertes movimientos especulativos en torno al valor, ajenos a la situación de la empresa y no representativos del verdadero estado por el que atravesaba".

En su recurso, critica el trato procesal que reciben otros administradores de Pescanova, como Damm o Luxempart -accionistas contra los que no hay imputación-.

Considera que "gracias a su habilidad y celeridad de colocarse en la posición de querellantes se han librado de comparecer en esta causa como rendir cuentas -como hará el resto- de su conducta en la gestión y administración de Pescanova".

En relación a estos dos accionistas -conocidos como los "díscolos" por sus críticas y postura contraria a la actuación de Sousa-, el expresidente de Pescanova se refiere a la "sistemática oposición a todas las propuestas del consejo (incluyendo la aprobación de las actas) con fines obstrucionistas", aunque Sousa no detalla los motivos de esta oposición.

Díez días después de que la Audiencia Nacional impusiera a Manuel Fernández de Sousa una fianza de 178 millones -que junto a las impuestas a tres de sus sociedades suman más de 350 millones en fianzas- su mujer, María Rosario Andrade, intentó llevarse a China 5,2 millones de dólares.

Lo intentó a través de una transferencia desde una cuenta en Portugal, según figura en el auto del Juzgado Central de Instrucción número 5, que ahora ha ordenado que se bloqueen estos fondos y se pongan a disposición del juzgado.

El informe de Deloitte como administración concursal cifra el agujero patrimonial de Pescanova en 1.667 millones de euros y considera que su viabilidad pasa por un convenio de acreedores que incluya ventas y/o reorganización del negocio.

Pescanova declaró en los años 2011 y 2012 unas ventas de 625,84 y 703,34 millones de euros, de las que el 77 % y 80 %, respectivamente, eran ficticias; es decir, se realizaron con sociedades instrumentales con el objetivo de lograr financiación mediante el descuento de facturas en los bancos, según recoge el informe de Deloitte.

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