Extremadura se reconvierte: del Plan Badajoz y la nuclear a los huertos solares

  • En toda la región hay más de 60 proyectos fotovoltaicos en tramitación y 12 en ejecución y 19 parques eólicos tramitándose.
Extremadura tendrá las dos mayores plantas fotovoltaicas de Europa.
Extremadura tendrá las dos mayores plantas fotovoltaicas de Europa.

En Logrosán (Cáceres), 2.000 habitantes, hay mucho sol, 3.000 horas al año, y hasta septiembre del pasado año había mucho paro, un 20%. Ahora, en julio del 2019, sigue habiendo sol, pero el paro ha bajado hasta el 12%, la tasa más baja desde el año 2007. Casi no hay casas en alquiler, los restaurantes están llenos a la hora de la comida y las tiendas hacen su particular agosto. Desde septiembre del pasado año, Enel (Endesa) construye en la localidad extremeña tres plantas fotovoltaicas con una capacidad de 126 MW (378.000 paneles solares) y una inversión de cerca de 100 millones de euros, cuya energía generada, cuando entren en funcionamiento a finales de este año, equivaldrá al consumo de 60.000 familias, evitará la emisión de 160.000 toneladas de CO2 a la atmósfera. Más de 260 vecinos del pueblo han recibido cursos de formación para trabajar en proyectos renovables y 650 personas trabajan en el proyecto.

Logrosán revive después de décadas de hundimiento cuando se acabó su esplendor minero, ya que durante años en esta localidad cacereña se situaba una de las principales minas de fosfato de calcio de España. Entre 1920 y 1960 este pueblo tenía 6.000 habitantes, pero la población se quedó en una tercera parte cuando se acabó la mina. Ahora su gran recurso, el sol, quizás le permita de nuevo recobrar el auge que un día tuvo. Al menos así lo espera el alcalde. “Nuestro futuro es el sol y esperemos que otras empresas de energía renovable se implanten en el pueblo”, reflexiona Juan Carlos Hernández (PSOE), y Logrosán olvide para siempre su inmediato pasado de paro y despoblamiento.

El ejemplo de esta localidad cacereña se multiplica por toda la región. Extremadura, la del Plan Badajoz, los grande pantanos de Franco, la central nuclear de Almaraz… se está convirtiendo en un gran ‘huerto solar’ y comienza también a ser un ‘parque’ eólico. Las energías renovables comienzan a reconvertir esta tierra de conquistadores y jornaleros y en poco tiempo “generaremos tanta energía renovable como toda la energía que consume la región”, asegura el presidente del Cluster de la Energía de Extremadura, Vicente Sánchez.

De hecho, en la región presidida por el socialista Guillermo Fernández Vara hay 12 proyectos fotovoltaicos en construcción y otros 60 tramitándose con una potencia a instalar que asciende de 3.727 MW y una inversión de 2.900 millones de euros. Pero no sólo es la solar fotovoltaica, el lunes la Junta de Extremadura publicó en el diario oficial de la Comunidad que se ha sometido a información pública la solicitud de autorización administrativa previa, el estudio de impacto ambiental y la calificación urbanística correspondiente a cinco proyectos de parques eólicos en los términos municipales de Montánchez, Pinofranqueado, Ibahernando, Robledillo de Gata, Robledillo de Trujillo y Zarza de Montánchez, todos ellos en la provincia de Cáceres, lo que supondrá la colocación de 45 aerogeneradores con una potencia total de 130 megavatios y una inversión de más de 130 millones. Hasta ahora, en Extremadura solo había funcionando un parque eólico, en Plasencia, inaugurado el pasado febrero con 15 aerogeneradores y 40 megavatios de potencia. Además, el ejecutivo autonómico tramita los permisos para otras 14 instalaciones eólicas.

Usagre (Badajoz), 1770 habitantes, está situado a 170 kilómetros al sur de Logrosán. Allí también ha bajado el desempleo, que llegó a situarse en el 30% en 2012, del 22% del pasado 2018 al 17% de mayo de 2019. El motivo: Iberdrola construye allí desde marzo la planta fotovoltaica Núñez de Balboa, con una capacidad instalada de 500 MW, que cuando entre en funcionamiento en septiembre de 2020 suministrará energía limpia a 250.000 personas, cantidad superior a la población de las ciudades de Cáceres y Badajoz. Ocupará una superficie cercana a las 1.000 hectáreas y contará con 1.430.000 paneles fotovoltaicos. Tendrá una inversión de 290 millones de euros y generará más de 1.000 puestos de trabajo durante su construcción. Cuando el Presidente de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, y Fernández Vara inauguraron las obras hace cuatro meses se vendió como “la mayor planta fotovoltaica de Europa”.

Pero el discurrir de los acontecimientos en torno a las renovables va a toda velocidad en Extremadura y no ofrece respiro y otra planta con nombre de conquistador, la Francisco de Pizarro, le ha robado ya el honor de ser la más grande del Viejo Continente. El proyecto Francisco Pizarro, también de Iberdrola, dotará, con sus 590 MW de capacidad instalada, de energía limpia a 375.000 personas al año y se convertirá en la mayor planta fotovoltaica de Europa tras su puesta en operación en 2022. El maná en forma de empleo y de riqueza para los pueblos de Torrecillas de la Tiesa y Aldeacentera (Cáceres), en cuyos términos estará asentado este macrohuerto solar. De hecho en estos dos pueblos, con apenas 1.500 habitantes entre ambos, el paro ya ha bajado ampliamente del 15%.

Solo estas dos grandes plantas solares generarán tanta energía como la que produce actualmente la central nuclear de Almaraz (Cáceres), cuya vida útil estaba previsto que finalizase en 2020, pero ha sido prorrogada hasta 2025.

De la energía nuclear a los huertos solares en Extremadura.
De la energía nuclear a los huertos solares en Extremadura.

Los numerosos pueblos de toda Extremadura en los que se está dando este ‘boom’ renovable son conscientes de que el empleo que generarán las plantas cuando entren en funcionamiento será mucho menor que el que crean en su etapa constructiva, por ejemplo la de Núñez de Balboa emplea ahora a 1.000 personas y luego con 60 serán suficientes para hacerla funcionar, pero los ediles han conseguido acuerdos con las co0mpañías para emplear a personas de la zona y consideran que con los impuestos que deberán de abonar los huertos solares “llegarán muchos ingresos a los ayuntamientos con los que poder hacer muchas cosas. Además, estas plantas serán un polo de atracción de inversiones”, consideran regidores extremeños de todos los colores políticos. “Nuestros pueblos estaban muertos y ahora revivirán”, aseguran.

El Cluster de la Energía de Extremadura es una asociación empresarial sin ánimo de lucro creada hace 10 años por iniciativa del gobierno regional en la que están presentes 80 empresas, la práctica totalidad de las empresas energéticas radicadas o con intereses en Extremadura. Su Presidente, Vicente Sánchez, comentaba este miércoles a La Información que “por desgracia, en esta región nunca hemos tenido una industria potente que tire de la economía y creo que las energías renovables están haciendo de ese motor y de esa industria en Extremadura. Todas estas inversiones son muy interesantes para la región y ahora somos una auténtica potencia, sobre todo en fotovoltaica”, sentencia.

Sánchez, sin embargo, incide en que, “así se lo hemos hecho llegar a la Junta de Extremadura, las grandes plantas están muy bien y no estamos en contra de ellas, pero el futuro son las pequeñas plantas, las de 100 o 50 kilovatios, o las de menos, las de 5 kilovatios en el tejado de tu casa, como sucede en Francia, Alemania, Gran Bretaña o Italia, donde más del 90% de las instalaciones solares son de autoconsumo de menos de 100 kilovatios. Esto nos supondrá un ahorro enorme para los consumidores, que no solamente tendrían una energía limpia y barata sino que la energía se democratizaría. Nosotros estamos haciendo ahora una instalación para una nave ganadera, que consume 14.000-15.000 euros al año, de 15 kilovatios, y en unos tres años se rentabiliza la inversión. Esto no quita de que estemos en contra de las grandes plantas, que traen inversión, empleo, pero debemos definir qué porcentaje queremos que haya, por ejemplo en el 2030, de grandes plantas y de pequeñas instalaciones de autoconsumo. Ahora solo estamos haciendo grandes plantas, pero si en vez de esa gran planta de 500 megavatios, la Núñez de Balboa, se hubieran distribuido esos 500 megavatios en pequeñas instalaciones creo que se hubieran generado más puestos de trabajo en la región, más riqueza, se crearían pequeñas empresas…” Cuestión de apreciación, en la que seguro que las grandes empresas energéticas no están de acuerdo. Así bullen las renovables en Extremadura. La tierra del Plan Badajoz y la central nuclear de Almaraz reconvierte su ‘huerta’ y se pasa a las renovables.

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