Familia numerosa, con padre en paro y madre ama de casa podrá ser desahuciada

    • El escudo antidesahucios exige cumplir tantos requisitos económicos que deja fuera a gran parte de la población y abre la puerta a graves injusticias.
    • Además de ingresar menos de 19.200 euros, hace falta que la hipoteca suponga más del 50% de los ingresos netos de la familia, lo que penaliza a los prudentes.

Afectados por preferentes y desahucios protestan ante el Parlamento gallego
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Ruth Ugalde

Los más débiles, las familias que se encuentren en un riesgo grave de exclusión, aquellos ciudadanos a los que la crisis económica ha dejado sin apenas recursos y cuyo salvamento es una cuestión humanitaria.

Éstas y algunas frases similares han sido repetidas hasta la saciedad por el Gobierno para centrar cuáles son los perfiles que no podrán ser desahuciados en los próximos dos años, gracias al Real Decreto que entró ayer en vigor.

Sin embargo, la realidad es otra y algunas de las familias que están en grave riesgo de exclusión sí podrán ser desahuciadas, debido a los estrictos criterios económicos impuestos para poder beneficiarse de esta ayuda.

La situación llega a tal estremo que puede darse la rocambolesca situación de que una familia numerosa, con el padre en paro recibiendo prestación, y una madre ama de casa puede ser desahuciada.

La letra pequeña de las injusticias

En principio, este perfil parece que entra dentro de los protegidos por el escudo antidesahucios, ya que cumple el factor social (ser familia numerosa) y la gran nota de corte económica (ingresar menos de 19.200 euros anuales).

Sin embargo, hace falta cumplir más requisitos, como que la cuota hipotecaria suponga más del 50% de los ingresos netos familiares y que las condiciones de ésta se hayan agravado en los últimos cuatro años.

Si imaginamos a un padre de familia numerosa que perciba el paro máximo (1.397,83 euros brutos mensuales por tener más de dos hijos), cuya mujer sea ama de casa, y con una hipoteca de 500 euros al mes, en principio, parece que debería encajar en el perfil antidesahucio.

Pero no es así, porque su letra hipotecaria es inferior al 50% de sus ingresos netos. Y eso que cumple tanto el factor social, como el de tener unos ingresos inferiores a 1.597 euros brutos mensuales (19.200 anuales) y, probablemente, al haberse ido al paro, cumple también el criteiro de que el peso de la hipoteca se haya multiplicado por, al menos, 1,5.

Este caso es especialmente grave cuando se recuerda que, además, se está penalizando a aquellos que, siguiendo los requisitos de prudencia que recomienda el banco de España, firmaron créditos sobre la de base de que éstos no superen el 30% de los ingresos mensuales.

Y es que, para que estando en paro la hipoteca no supere la mitad de los ingresos, hace falta haber sido una hormiguita en el pasado y no haber vivido por encima de las posibilidades. Precisamente, un colectivo que debería estar protegido, aunque al final ocurra justo lo contrario.

No obstante, todavía cabe la posibilidad de que esta situación se corrija, ya que el Real Decreto pasará ahora a ser debatido en el Congreso y se podrán introducir mejoras. ¿Será esta una de ellas?

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