Anunciado por Calviño

Fedea propone ubicar en el CES el nuevo observatorio de márgenes empresariales

CCOO propuso su creación para tener una referencia a la hora de negociar los incrementos de salarios, pero las patronales creen que puede ser una nueva forma de intervencionismo por parte del Gobierno en las empresas.

Calviño y agentes sociales
Fedea propone ubicar en el CES el nuevo observatorio de márgenes empresariales. 
EUROPA PRESS

La ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, anunció el martes desde Washington que su cartera creará un observatorio para el seguimiento de los márgenes empresariales, como habían demandado los sindicatos CCOO y UGT en el marco de su propuesta conjunta a CEOE en la negociación del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). Este anuncio no tardó en recibir el respaldo del secretario general de CCOO, Unai Sordo, sin embargo, del lado de los empresarios, Antonio Garamendi también se apresuró a expresar sus dudas al respecto. Ante esta falta de acuerdo, el subdirector ejecutivo de Fedea José Ignacio Conde Ruiz ha propuesto este jueves que el organismo se integre en el Consejo Económico y Social (CES), aunque este planteamiento tampoco convence a las dos partes. 

La titular de Economía apuntó a que este organismo daría continuidad al trabajo de análisis que ya desarrollan otras instituciones como el Banco de España, a partir de los datos generados por el Ministerio de Hacienda o el Instituto Nacional de Estadística (INE). Precisamente esta necesidad de coordinar a diferentes actores y la complejidad de llevar a cabo un cálculo certero de los márgenes empresariales de cada sector ha llevado a Conde a pensar que el CES podría ser la institución que dé cobertura al nuevo observatorio. Puesto que se trata de un órgano consultivo del Gobierno en materia socioeconómica y laboral, en el que tanto CEOE y CEPYME como CCOO y UGT se encuentran representados. 

El analista del thin tank asociado a CEOE se muestra convencido de que este observatorio podría ser una herramienta muy útil para la negociación colectiva, más allá de la coyuntura actual en la que la inflación lleva a que estas conversaciones se centren en perseguir un pacto de rentas, según explica en conversación con La Información. "Actualmente, en España no contamos con esta información y yo creo que esto es un problema. Es un instrumento que va a tener mucha utilidad tanto para empresarios como para sindicatos, se está pensando siempre que solo va a ayudar a los trabajadores y esto no es así, lo que va es a introducir más equilibrio en la negociación colectiva", defiende el doctor en economía. 

Por el momento, el CES no se ha pronunciado al respecto de forma oficial ni tampoco ha respondido al ser consultado por este medio. Sin embargo, sí lo ha hecho Carlos Martín, responsable del Gabinete de CCOO que elaboró la propuesta inicial de los sindicatos y miembro del organismo consultivo. "No nos parece buena idea, se trata de generar estadísticas de calidad sobre los márgenes empresariales y el CES no está pensado para tener esta finalidad", responde tajante al teléfono a La Información. El representante sindical recuerda que la institución fue creada por el mandato constitucional de favorecer la reflexión conjunta de los agentes sociales a través de aportaciones a los anteproyectos de ley que elabora el Gobierno, emitir dictámenes y elaborar informes sobre temas de interés para la sociedad. 

Desde Comisiones Obreras insisten en la importancia de que se elaboren referencias de calidad, por ello entienden que es imprescindible contar con la experiencia del INE, de la unidad de estudios y estadísticas, de la Agencia Tributaria y del departamento de estadísticas del Banco de España. Además, desde el sindicato proponen que también se sumen los datos con los que cuenta la Tesorería General de la Seguridad Social y el Ministerio de Trabajo, ya que estos departamentos son lo que conocen el listado de empresas que se encuentran vinculadas a cada convenio, lo que facilitaría el proceso de solicitud de información en el marco de cada una de las negociaciones colectivas. 

La propuesta de Fedea no convence a los sindicatos, que son los que impulsaron la creación del observatorio en primera instancia, pero parece que tampoco es una solución viable para los empresarios. Desde CEOE se remiten a las palabras emitidas por Antonio Garamendi, en las que aseguró que la patronal no apoyaría la creación del observatorio "si lo que supone es más intervencionismo en las empresas". El líder de la patronal criticó que el Ministerio de Calviño no se hubiese puesto en contacto con ellos para comentarles la iniciativa y que, en su lugar, se hubiesen enterado a través de la prensa. Además, se preguntó de forma retórica quiénes serían los integrantes del nuevo órgano, "si lo que estamos es entrando en una política intervencionista con respecto a lo que es el trabajo de una empresa, que nos lo expliquen", apuntó. 

Las reticencias expresadas por los empresarios respecto a que sea el Gobierno el que de alguna manera determine cuáles han sido los márgenes empresariales ha llevado a señalar al CES como opción más viable, puesto que los empresarios podrían conocer de primera mano que instrumentos se llevarían a cabo para la medición, no obstante, parece que la propuesta carece de recorrido ante la ausencia de apoyos. El experto de Fedea coincide con Garamendi en la necesidad de que el observatorio "se haga bien", ya que la complejidad de llevar a cabo este cometido, pero insiste en las ventajas de desarrollar este instrumento que ya está operativo en otros países y que además debe verse acompañado por otro medidor de la productividad. 

Negociación colectiva encallada

CCOO en primer lugar y después UGT propusieron la creación de un observatorio de estas características, amparado por Hacienda, en el documento remitido a la patronal para retomar la negociación del AENC. Casi dos meses después, CEOE y CEPYME no han hecho pública una respuesta oficial a esta iniciativa ni a las demandas de incrementar los salarios un 5%, un 4,5% y un 3,75% en 2022, 2023 y 2024, respectivamente. Los sindicatos se encuentran a la espera de que las patronales presenten una contraoferta después de que el último encuentro programado tuviese que posponerse por la negociación de la segunda parte de la reforma de las pensiones. 

Sin embargo, tanto un lado como el otro se han comprometido a mantener las conversaciones en el espacio privado con el objetivo de acordar un alza salarial que satisfaga a ambas partes, ya que los empresarios reconocen la necesidad de actualizar el sueldo percibido por los trabajadores. Las centrales sindicales se marcaron la fecha del 1 de mayo, Día del Trabajador, como límite para cerrar un acuerdo a este respecto o de lo contrario, iniciar una "batalla" en cada mesa de negociación sectorial o de empresa, que tensaría las relaciones entre empleadores y empresarios. No obstante, a escasas dos semanas de esa fecha parece complicado que esta meta pueda cumplirse, a pesar de que ambas partes mantienen que siguen negociando. 

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