Feria del Libro de Madrid: "Los editores consiguen cerrar pedidos hasta noviembre"

No hay un evento igual en España para el sector editorial, ni con su reconocimiento internacional Por un lado, el visitante tiene a su alcance "todo el catálogo editorial que existe en España", tanto generalista como especializado; por otro, los editores "consiguen cerrar pedidos hasta noviembre y los libreros hacen caja para llegar con buena salud económica hasta después del verano cuando en sus librerías, ahora, no tienen buenas semanas", dicen desde la organización.

Este viernes comienza en la Feria del Libro de Madrid en su habitual ubicación en el parque de El Retiro, en la que la literatura nórdica vivirá su papel protagonista, más allá del exitoso Stieg Larsson, que en paz descanse.

"El año pasado llegamos a la cita con cierta preocupación, y terminó siendo un récord de ventas:En 2009 hubo un aumento del 10 por ciento sobre la Feria de 2008, y eso que el sábado y domingo últimos no acudió nadie debido a la ola de calor", advierte con precaución Teodoro Sacristán, Director de la Feria del Libro, pero con la esperanza de que se vuelva a marcar otro récord que de aire al sector después de que en los primeros meses de 2010 las ventas hayan caída un 10 por ciento frente al mismo período del año pasado.  

En esta edición, la feria contará con 408 expositores, entre los que hay 252 editores 118 librerías 12 distribuidores y a 26 organismos oficiales, tres más que el año pasado. "Con una inversión aceptable, saben que pueden tener mucho rendimiento. Tiene a su alcance al comprador de libros de feria, que durante el año igual no se acerca a una librería. El año pasado dos señoras, que compraron muchos, muchos libros, me dijeron que ya llevaban regalos para Reyes", advierte Sacristán.

"Los países nórdicos pidieron ser protagonistas"

Como viene siendo tradicional, habrá una temática protagonista. Y en esta Feria de 2010 será la literatura nórdica. Estarán presentes, entre otros, Peter Wessel, Rakel Helmsdal y Pia Tafdrup, de Dinamarca; Otso Kautto y Áslaug Jónsdóttir, de Islandia; Arne Dahl, Johan Theorin, Tom Kallen, Kalle Güettler y Asa Larsson, de Suecia.

"Los países nórdicos pidieron el año pasado estar presentes. Y para ello tuvieron que enviar una petición, que es proceso habitual. Después, la Comisión Organizadora, formada por libreros, editores y distribuidores, debaten sobre el protagonista y otros temas: reglamento, contenidos, como se va a hacer…", ilustra Teodoro Sacristán.

Y comienza la organización de la feria "después del verano oficialmente. No exageraré al decir que en realidad empieza nada más acabar la edición anterior, pero la petición de los países nórdicos surgió entonces", explica.

La ubicación de las casetas, decisiva en las ventas

No por ser un producto cultural, los libros dejan de regirse por las leyes del mercado, entre ellas, su accesibilidad para los visitantes de la Feria. Al igual que en los supermercados la colocación de los productos en los lineales dispara o no las ventas, a los libros también les ayuda su visibilidad.

"La posición de las casetas en cuanto a ventas sí influye. Hay un sorteo por grupos: instituciones oficiales, distribuidores, facsímiles y venta a crédito y librerías especializadas. La parte central más ancha es para las editoriales. Cada cinco en cada uno de los grupos, hay intercalada una librería general", narra Sacristán.

No obstante, hay excepciones. "En teoría las zonas de sol no son buenas. Pero, a modo de ejemplo, puedo contar que el año pasado, a un librero que lleva viniendo toda la vida le tocó la última caseta de la zona de sol… y fue su mejor su mejor año. Se ve que por esa zona le entraban colegios. Es verdad que él se preocupó de 'mover el tablero' según los visitantes que recibía, y ofrecerles lo que él pensaba que querrían buscar. De lo que no hay duda  "La zona del medio es buena"

El libro electrónico, con menos presencia de lo esperado

De los 408 expositores, sólo 30 han anunciado que facilitarán la venta por descarga de libros electrónicos. "No sabemos cómo lo harán. Suponemos que por medio de un ordenador en las casetas que nos dijeron que los iban a tener. Lo que sí creo es que es un número pequeño, a mi juicio". Otra cosa es que determinadas casetas vendan iBooks.

Por último, el Director de la Feria del Libro, comenta su satisfacción poder saber que, año tras año, la cita cumple su función. "Es una buena noticia saber que la Feria cumple una labor esencial en este entramado. Para los editores es muy importante. Venden una mercancía directamente sin que pase por un distribuidor. Y para el librero… había una frase que decía una antigua directora que decía 'a los libreros nos atrasa la deuda'", finaliza. Al libro de papel, según parece, le queda mucho por recorrer.