Madrid, 18 jul.- El ganadero de reses bravas Fernando Domecq ha vendido la vacada de Zalduendo, de la cual ha sido propietario desde 1988, al empresario mexicano Alberto Bailleres, ha confirmado hoy a Efe.
El motivo del traspaso se debe a un "desgaste profesional", derivado de una pérdida de ilusión "por lo mal que se está manejando el sector" en los últimos años, y que le ha llevado a tomar la decisión de vender su vacada a un "buen amigo" antes de que "se dividiera y cayera en manos inapropiadas", confesó Domecq.
La venta se limita únicamente al hierro y los animales, ya que Domecq seguirá siendo dueño de la finca extremeña "Moheda de Zalduendo", y, aunque ya no será la cabeza visible de Zalduendo, seguirá asesorando y ayudando a Bailleres "en todo lo que necesite", añadió el ganadero
Alberto Bailleres, de 62 años, es uno de los empresarios más importantes de México, presidente del Grupo Bal, y el segundo hombre más rico del país azteca, según datos de la revista Forbes, especializada en el mundo de los negocios y las finanzas.
Bailleres tiene también desde hace años una destacada relación con el mundo del toro, al ser el máximo dirigente de la sociedad "Espectáculos Taurinos de México", explotadora de varias plazas de toros, apoderada del torero Morante de la Puebla, y propietario también de las ganaderías mexicanas de San Miguel de Mimihuápam, Begoña y San Martín.
Aún se desconoce donde pastarán a partir de ahora las reses de Zalduendo, aunque según fuentes cercanas al magnate mexicano se está buscando una finca cerca de Sevilla, más concretamente por el término de Castillo de las Guardas.
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