Conciertos pagados con dinero público

'Fiebre musical' en las fiestas populares para iniciar la nueva campaña electoral

Ayuntamientos y comunidades de todos los colores políticos han recuperado la estrategia de los grandes eventos para posicionarse ante el nuevo ciclo de votaciones, tras dos años de restricciones por el covid. 

VALLADOLID, 08/09/2022.- El cantante estadounidense Jason Derulo durante el concierto que ofrece hoy jueves en Valladolid, con motivo de las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo. EFE/NACHO GALLEGO
'Fiebre musical' en las fiestas populares para iniciar la nueva campaña electoral.
EFE/NACHO GALLEGO

La imposibilidad de celebrar grandes eventos y fiestas patronales durante las temporadas veraniegas del 2020 y 2021 generó un importante remanente de tesorería en las arcas municipales de muchos pueblos y ciudades españolas que, una vez vuelta a la normalidad, han tratado de amortizar, apostando por fiestas populares más grandes y contrataciones más caras. Esta situación, descontada por la industria del espectáculo en el pasado invierno, ha supuesto un quebradero de cabeza para los promotores y organizadores de grandes eventos durante todo el verano, que han visto cómo la escasez de materiales y la falta de personal complicaban la celebración y aumentaban los costes de estos eventos culturales: una auténtica 'fiebre' por la música

Un estudio de los investigadores Marc Guinjoan (Universitat Oberta de Catalunya) y Toni Rodon (Universitat Pompeu Fabra) apuntaba a que los alcaldes pueden extraer un notable beneficio político con unas fiestas populares exitosas. De hecho, sus conclusiones señalaban que duplicar el gasto en este tipo de eventos durante el último año de legislatura aportaba un 2,5% más de votos en los siguientes comicios. Los autores justifican esta relación en dos causas principales: que el gobernante mejora su reputación tras celebrar el evento, y que éste deja dinero en los comercios del entorno. 

Esta relación causa-efecto parece haber calado en muchos gobernantes locales y regionales, que justifican el gasto de dinero público en fiestas y celebraciones por el dinamismo económico y la atracción turística que generan. Es por ello que en los últimos meses, este tipo de eventos socioculturales se han incrementado exponencialmente con el fin de poder arañar unos cuantos votos de cara a las elecciones municipales y autonómicas del próximo mayo. 

La Xunta de Galicia lleva más de 8 millones de euros invertidos en conciertos de todo tipo, coincidiendo con la celebración del Xacobeo 21-22

Uno de los actores más activos en la contratación de artistas para animar el verano ha sido la Xunta de Galicia, presidida hasta hace unos meses por el actual líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, quien delegó su cargo en su vicepresidente, Alfonso Rueda. Coincidiendo con la celebración del año Xacobeo, ha patrocinado y puesto en marcha una extensa programación cultural de todo tipo donde, por encima de todos, destaca la contratación del grupo internacional Muse

Para conseguir que la banda británica actuase en el estadio de Balaídos (Vigo), el gobierno gallego ha desembolsado 2,48 millones de euros a través de la agencia Turismo de Galicia. Este ente público ha desembolsado desde junio más de 8,3 millones de euros en patrocinios de grandes conciertos, incluidas las actuaciones de Rosalía o Imagine Dragons. Y en un nuevo capítulo de la guerra política que mantienen el PP y PSOE gallegos, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, destinó 425.940 euros para llevar a Sting a la ciudad.

Otra de las polémicas de la semana ha envuelto al alcalde de Valladolid, Óscar Puente, quien año tras año presume de traer un gran artista internacional a las fiestas de Pucela. En esta ocasión el elegido ha sido Jason Derulo, quien el pasado jueves 8 de sepiembre llenó la plaza Mayor vallisoletana con más de 30.000 asistentes a cambio de 276.000 euros. Los nueve días de conciertos durante las fiestas de Valladolid le han costado 719.500 euros a su ayuntamiento, un importe al alcance de muy pocos. Para poder analizar el rendimiento de semejante inversión, su gabinete contratará el próximo año un estudio para evaluar el impacto económico de las fiestas

Sin contar las grandes capitales, a su altura se encuentran ciudades como Leganés (Madrid), que invirtió 829.700 euros en actuaciones musicales para sus fiestas; Málaga, que se gastó algo más de 682.000 euros, o Bilbao, donde la Diputación Foral de Vizcaya se dejó más de 1,2 millones de euros para recibir las giras de Metallica y Fito & Fitipaldis con motivo del Aste Nagusia, la fiesta grande de la ciudad. En Castilla y León, la Junta ha puesto medio millón de euros para que se celebrase el festival Músicos en la Naturaleza, que juntó a tres grandes nombres del panorama indie nacional como son Iván Ferreiro, C Tangana y Leiva en un mismo cartel. 

Otros grandes presupuestos que llaman la atención en proporción al número de habitantes de sus localidades son San Sebastián de los Reyes (452.361€), Melilla (376.600€); la localidad madrileña de Algete (327.500€), o San Pedro del Pinatar, en Murcia (264.550€). Linares, en Jaén, es otro de esos consistorios que, con vista a las próximas elecciones, ha incrementado el gasto en conciertos entre 2021 y 2022: de casi 215.000 a 281.000 euros, un incremento del 30%. Sin embargo, quien se lleva la palma es la localidad granadina de Illora, que invierte 255.550 euros en sus fiestas populares para los 10.080 habitantes de la localidad, una media de 25 euros por habitante

Otra que también sabe del valor de la música para ganarse a las multitudes es Isabel Díaz Ayuso, que el año pasado se gastó 292.134 euros (con IVA) en celebrar un concierto por el día de la Hispanidad que contó con las actuaciones de Omar Montes, Ana Mena y Yotuel. Este evento, encajado como uno de los logros de la Oficina del Español que hasta hace unos días dirigía Toni Cantó, repetirá edición el próximo 9 de octubre con la actuación del colombiano Camilo. En esta ocasión será más barato (181.500 euros) y al aire libre, en plena Puerta de Alcalá. 

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