Fieles de una iglesia de China se rebelan contra la demolición de su templo

  • Los feligreses de una iglesia de la ciudad oriental china de Wenzhou, donde se encuentra la mayor comunidad de cristianos del país, llevan cuatro jornadas montando guardia día y noche a las puertas del templo con el fin de protegerlo de una demolición ordenada por las autoridades locales.

Pekín, 5 abr.- Los feligreses de una iglesia de la ciudad oriental china de Wenzhou, donde se encuentra la mayor comunidad de cristianos del país, llevan cuatro jornadas montando guardia día y noche a las puertas del templo con el fin de protegerlo de una demolición ordenada por las autoridades locales.

Desde el pasado miércoles, 2 de abril, turnos organizados de cientos de personas, entre ellas ancianos y personas discapacitadas, se concentran las 24 horas del día en la escalinata que da acceso a la iglesia protestante de Sanjiang, un imponente edificio recientemente construido que costó 5 millones de dólares y 6 años de obra.

Según relató la organización de apoyo a las comunidades protestantes en el país asiático China Aid (cuyo líder, Bob Fu, es un conocido activista de derechos humanos exiliado en EEUU), la demolición de la iglesia fue ordenada por el secretario del Partido Comunista local, Xia Baolong, tras una visita de trabajo a la zona.

Más de 5.000 personas han participado en la protesta tras los casi cuatro días que se ha prolongado ésta: duermen en el suelo, arropados con mantas, y han montado una cocina en el interior del edificio para hacer más llevaderas las guardias del edificio.

Policías antidisturbios se han personado en la zona, al parecer con la intención de amedrentar a los fieles concentrados permanentemente en la escalinata de la iglesia, aunque por el momento no ha habido enfrentamientos entre autoridades y manifestantes, relató China Aid.

Por otra parte, las autoridades han emitido un comunicado en el que urgen a los concentrados en la iglesia a que evacúen en el lugar y argumentan que el plan de demolición responde a temores por la seguridad de la estructura, no a cuestiones religiosas.

Los fieles de Sanjiang, sin embargo, aseguran que las amenazas de derribo son una decisión personal del líder comunista local, quien en su visita a la zona manifestó su disgusto por la gran cruz que adorna el templo en su parte superior.

El conflicto muestra las siempre tensas relaciones entre el régimen comunista y las instituciones religiosas, si bien el caso es peculiar, ya que Sanjiang es una iglesia perteneciente al Movimiento Patriótico, la institución religiosa dependiente del Partido Comunista que regula a las comunidades protestantes oficiales.

En Wenzhou y otras zonas de la costa oriental china, otras iglesias, algunas de ellas "clandestinas" (desligadas del Movimiento Patriótico) fueron demolidas o se ordenó la retirada de sus grandes cruces en las fachadas.

Wenzhou, una de las principales puertas de entrada del comercio marítimo en el sureste de China, también fue una histórica vía de acceso de misioneros occidentales en siglos pasados, lo que contribuyó a la formación en la zona de una de las comunidades cristianas más importantes del país, especialmente protestantes.

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