El impuesto a las tecnológicas solo cubre un tercio de la subida de las pensiones

  • Gestha propone que la actualización se consolide mediante un sistema mixto de financiación de la Seguridad Social (cuotas sociales e impuestos).
Fotografía Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda
Fotografía Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda
EFE

Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) se han mostrado críticos acerca de la medida de Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y Función Pública, puesto que no sufragaría todo el gasto. De hecho, los expertos ven imposible que el impuesto a las tecnológicas que propuso el viernes pasado el ministro Cristóbal Montoro pueda financiar la subida del 1,6% de las pensiones que pactaron el Gobierno y el PNV para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, por mucho que se aceleren los trámites en el seno de la UE para su desarrollo y puesta en marcha.

Por otra parte, Gestha apunta que el anuncio de este impuesto a las tecnológicas no se trata de ninguna novedad, ya que la Comisión Europea planteó el 21 de marzo pasado un borrador de directiva para que estas grandes compañías digitales -como Amazon, Google o Apple- terminen tributando en los países de la UE mediante un recargo en torno al 3% de los beneficios obtenidos por sus ventas en cada país por las empresas de servicios digitales que en un periodo impositivo facturen más de siete millones de euros, cuenten con más de 100.000 usuarios o con más de 3.000 contratos en un Estado miembro.

Los técnicos consideran que este "impuesto sobre los Servicios Digitales (ISD)" no estaría vigente, como muy pronto, hasta 2020. Además, sostienen que la Comisión Europea cuantifica una escasa recaudación en toda la UE que rondaría los 5.000 millones de euros para lograr un consenso de los países miembros más rápido, especialmente de los cinco más reticentes -Irlanda, Holanda, Bélgica, Luxemburgo o Austria- que concentran la mayoría de las sedes en Europa de las empresas tecnológicas.

Gestha señala que la dificultad para que este ISD sea efectivo está en que aún se encuentran por definir tanto los criterios para distribuir los beneficios de cada multinacional en cada país miembro como la horquilla en la que se permitirá establecer el recargo en el Impuesto sobre Sociedades nacional, por lo que resulta complicado que España ingrese algo más de 500 millones a medio plazo, bien alejado de los aproximadamente 1.600 millones que costaría indexar las pensiones al IPC. Es decir, únicamente sufragaría menos de un tercio del gasto de las pensiones. 

Solución provisional

En este mismo sentido, aunque fuentes del Ministerio de Hacienda contemplaban hace unas semanas la posibilidad de implantar este gravamen unilateralmente por España, Gestha recuerda que incluso el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, negó esa posibilidad y aseguró que tendría que implementarse en el conjunto de la UE, como están barajando los distintos países comunitarios como una "solución provisional" hasta que se alcance un acuerdo definitivo en la OCDE para adoptar una base imponible consolidada común del impuesto sobre sociedades (BICCIS), que pretende que todas las multinacionales contribuyan en cada país con arreglo a los beneficios que obtienen en cada uno de ellos.

En definitiva, Gestha propone que la actualización de las pensiones con el IPC se consolide mediante un sistema mixto de financiación de la Seguridad Social (cuotas sociales e impuestos) para evitar el descuadre de las cuentas públicas del organismo, afectando al cumplimiento del déficit público español, que este año debe reducirse desde el 3,1% hasta el 2,2% del PIB.

Asimismo, tras el escaso margen que ofrece la nueva bajada del coste de la deuda que se presupuestó hace apenas un mes y la incertidumbre del coste real del rescate de las autopistas, los técnicos consideran que el PP acabará presentando enmiendas al proyecto de ley de Presupuestos del Estado para 2018 con un recorte equivalente en otras partidas del gasto, que sólo podría evitarse si aumentaran los ingresos en 1.500 y 1.800 millones este año y el próximo, respectivamente, tanto como costará el incremento de las pensiones en 2018 y 2019.

Según el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, "estos días ha quedado demostrado que la subida de las pensiones depende de la voluntad política del Gobierno; y se ha puesto de manifiesto la incongruencia de afirmar que vincular al IPC las pensiones no era sostenible".

El experto llama al ejecutivo a dar explicaciones al señalar que "ahora el Gobierno debe explicar cómo financiará ese mayor gasto, teniendo en cuenta que para 2022 se ha propuesto eliminar el déficit de la Seguridad Social. Pues bien, si se igualara la recaudación a la media ponderada europea, la Seguridad Social española lograría 7.900 millones adicionales cada año, lo que financiaría ampliamente la revalorización de las pensiones en función del IPC y liberaría otros 6.300 millones para reducir el déficit previsto de este organismo, cuyo agujero el año pasado superó los 17.000 millones".

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