El Gobierno compensará a los pensionistas si el IPC real desborda a final de año la subida general del 1,6% prevista en los Presupuestos como consecuencia del acuerdo adoptado en su día por el Gobierno del PP y el PNV. Así lo ha adelantado este miércoles el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, en el acto de presentación del informe 'Las pensiones en España', editado por el Consejo General de Economistas de España.
Granado ha avanzado que el Gobierno considera razonable que tanto este mismo año como el que viene se haga un pequeño esfuerzo por compensar la pérdida de poder adquisitivo sufrida por los pensionistas como consecuencia de la aplicación del Índice de Revalorización de las Pensiones - que hasta este año ha limitado cualquier eventual subida al 0,25%- y que a partir de 2020 las pensiones se revaloricen con un mecanismo permanente que, ha precisado, parta del IPC, pero también pueda tener en cuenta otras variables como el PIB, los ingresos por cotizaciones o la recaudación fiscal del Estado.
El número dos del Ministerio de Trabajo no ha precisado el modo en que se sustanciaría está compensación, aunque sí ha avanzado que si fuera pequeña podría incorporarse a la subida de 2019 para evitar los costes innecesarios de activar una paga extra para entregar una pequeña paga. "Si fuera más importante se haría lógicamente a través de una paga extra", ha explicado.
Actualizar las pensiones solo con el IPC puede tener efectos dañinos
Octavio Granado también ha terciado en el 'debate de moda' sobre las pensiones, principalmente porque lleva varios meses empantanando los avances de la Comisión Parlamentaria del Pacto de Toledo: la discusión sobre qué mecanismo es el más adecuado para revalorizar las pensiones año tras año
El secretario de Estado de Seguridad Social ha abogado por definir un mecanismo permanente, que éste salga del consenso político del Pacto de Toledo y que tenga como principal referencia el IPC, pero modulado por otros indicadores, entre los que ha citado el crecimiento del PIB, el incremento de los ingresos por cotizaciones sociales y también la evolución de los ingresos totales del Estado vía impuestos.
La posición expresada por Granado introduce un matiz en el discurso mantenido por el Partido Socialista en la oposición, en la que hablaba de recuperar el IPC como referencia para la revalorización de las pensiones. Es cierto que, luego, en la Comisión del Pacto de Toledo el PSOE siempre se ha avenido a cualquier consenso que estableciera la inflación como indicador principal, aunque luego se modulara a partir de otras variables, pero el posicionamiento del secretario de Estado de Seguridad Social parece aparcar de forma definitiva las posibilidades de volver a la situación anterior a la reforma de 2012 y a la revalorización automática de las pensiones con el IPC para preservar el poder adquisitivo de los pensionistas, como pide Podemos. Este modelo, según el propio Granado, podría tener efectos perversos para el sistema público.
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