No habrá recuperación 'en uve'. El último en echar por tierra las esperanzas del Gobierno español ha sido el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ayer asestó a nuestro país una rebaja de previsiones sin precedentes, hasta dibujar un desplome de la economía como el que provocó la Guerra Civil. Pero más allá de la comparación bélica que copó ayer los análisis tras un primer vistazo al 'World Economic Outlook', una lectura pormenorizada del informe deja interesantes conclusiones: la primera, que la salida de esta crisis está más lejos de lo que dicen Pedro Sánchez y los ministros y ministras del área económica del Ejecutivo; y la segunda, que la lucha contra el coronavirus puede prolongarse hasta chocar con un nuevo brote en 2021.
Si algo está aprendiendo la población en esta crisis es a leer gráficas. Nos han explicado que las pandemias se dibujan con una curva, que crece exponencialmente hasta llegar a un pico y, a partir de ese momento, empieza a aplanarse hasta desaparecer. También hemos entendido que la recuperación económica puede plasmarse como una 'V', de manera que tras un bajón brusco, la actividad toca fondo y repunta rápidamente, hasta volver a la normalidad. "Aplanar la curva" se ha convertido en el mantra de la salud pública y la "recuperación en forma de V" se repite desde el Gobierno hasta la saciedad. Pero los analistas han descartado por completo ese escenario y apuntan a una salida parsimoniosa de la crisis.
Para el caso concreto de España, el FMI proyecta una caída del PIB del 8% en 2020 y un crecimiento del 4,3% en 2021. Esto significa que el próximo año la economía española apenas habrá recuperado la mitad del desplome sufrido en este ejercicio. Este escenario, que coincide con el elaborado por servicios de estudios como BBVA Research, es no obstante el mejor de los posibles. Y es que la institución con sede en Washington se aventura a dibujar otras tres posibilidades, cada cual peor que la anterior: una primera hipótesis en la que el virus se prolonga más de lo previsto este año; una segunda en la que se da un nuevo brote, más leve, en 2021; y una tercera, la más agorera, en la que la pandemia y las medidas de confinamiento se perpetúan hasta chocar con otro brote en 2021.
El Fondo calcula que el PIB mundial va a caer un 3% en 2020. Pero esa recesión de la economía global -para estos escenarios no hay datos específicos para España, aunque el análisis es extrapolable- está condicionada a que la pandemia esté controlada en la segunda mitad del año, por lo que la situación puede ser aún más grave. Si las medidas de contención se extienden un 50% de tiempo más en relación al escenario base, provocando más paro y más quiebras de empresas, el crecimiento global podría ser 3 puntos porcentuales más bajo, hasta una disminución del PIB del 6% este año, seguido de una recuperación más débil en 2021.
Los peores escenarios
En un segundo escenario, se produce un nuevo brote de coronavirus el próximo año equivalente aproximadamente a dos tercios del sufrido en 2020. En este caso, el FMI estima que las secuelas económicas serán dos veces superiores que en el primer escenario. Ante este panorama, tras el desgaste de estos meses, los países tendrán una capacidad limitada para desplegar más medidas de gasto, por lo que el PIB mundial sería casi un 5% inferior a la línea de base esperada para 2021. Por lo tanto, en lugar de un repunte del PIB global de un 5,8% proyectado para el próximo año, habría un incremento de apenas el 0,9%.
El tercer y peor escenario presupone que se den las dos premisas anteriores: un confinamiento más prolongado y un segundo brote de la pandemia del Covid-19 en 2021. Esta situación, la menos deseable de todas pero en absoluto descartada, empujaría a la economía global un 8% por debajo de la línea de base y además implicaría que el año que viene el PIB mundial seguiría en recesión, con una contracción del 2,2% en lugar de un repunte de la actividad, aunque fuera leve, en cualquier caso.
Los economistas de la institución que dirige Kristalina Georgieva advierten además de que esa última proyección podría incluso estar subestimando el daño combinado de los dos escenarios anteriores, dado que el aumento de la deuda pública (que ya alcanza niveles notablemente altos) puede hacer que las autoridades gubernamentales se queden sin margen para poner en marcha medidas de apoyo a los ingresos. "Esto conduciría a resultados aún peores y cicatrices adicionales, que a su vez empeorarían aún más las cuentas públicas", asegura el informe.
El Gobierno cree que las previsiones son "precoces"
Hipótesis a parte, en el escenario central de previsiones el Fondo deja a España como el país más afectado por esta crisis del entorno europeo, solo por detrás de Italia. Sin embargo, desde el Gobierno restaron ayer importancia a las demoledoras previsiones. La portavoz y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, afirmó que todavía es "prematuro" realizar estimaciones sobre el impacto en la economía del Covid-19, cuya profundidad no se conocerá hasta dentro de "algunas semanas", y calificó la previsión del FMI como "muy precoz" y con "pocos datos".
Desde el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital indicaron que estas previsiones, "en línea con las de otros organismos, apuntan a una intensa caída de la actividad en 2020 coherente con las fuertes medidas de contención adoptadas por el Gobierno para frenar la extensión de la pandemia y, posteriormente, un repunte a partir del cuarto trimestre con una recuperación importante en 2021, confirmando así que estaríamos hablando de una crisis intensa, pero de duración acotada". Siguen confiando, por tanto, en la recuperación 'en uve' que ya ha descartado el FMI hasta en el mejor de los escenarios.
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