La nueva variante del coronavirus preocupa menos al Fondo Monetario Internacional (FMI) de lo que lo hace la inflación en relación con la economía española. El organismo reconoce que ómicron está obligando a tomar medidas a países de todo el mundo, sin embargo, considera que tras dos años conviviendo con el virus, "la sociedad se ha ajustado, tenemos nuevas formas de trabajo", y por ello, espera que tenga menos impacto en la economía que otras variantes. La inflación, en cambio, es el mayor riesgo para la recuperación. No solo porque se pueda trasladar a los salarios, sino porque puede perjudicar al consumo y, en consecuencia, ralentizar la recuperación.
Tras presentar las conclusiones del Artículo IV en las que el Fondo evalúa la economía, las medidas económicas y la política fiscal de España, la jefa de la misión, Dora Iakova, indicó que existe el temor de que la inflación cause una reducción de la renta disponible. "Es un riesgo a la baja", afirmó Iakova. Según datos publicados por BBVA Research, el ahorro embalsado de los españoles se ha ido reduciendo en los últimos trimestres y la renta disponible cae desde el tercer trimestre de 2020, aunque se mantiene en niveles históricamente altos. La división de estudios del BBVA también constata ya una reducción del consumo, agravada por los cuellos de botella en las crisis de suministros.
Aunque los economistas confían en que el consumo privado sea uno de los motores de la recuperación, lo cierto es que los indicadores comienzan a mostrar descensos. Es el caso de las ventas del comercio minorista, que fueron un 2,5% inferiores a hace un año, según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes al mes de octubre. Desde BBVA indican que el gasto en moda o viajes se mantiene por debajo del de 2019.
El FMI ve "probable que el nivel general de inflación siga siendo elevado a principios de 2022 debido a los altos precios de la energía y las alteraciones en las cadenas de suministro, pero que se modere en el segundo semestre del año a medida que se disipen estos factores". Para el cierre del año, el organismo estima que la inflación se mantenga en los niveles observados en el mes de noviembre y de cara a 2022, calcula una inflación media anual de entre el 1,5 y el 2%.
La visión del FMI la comparte el vicepresidente del Banco Central Europeo y ex ministro de Economía, Luis de Guindos, quien ya ha afirmado que la inflación es el mayor riesgo para la recuperación. Además, De Guindos también afirmó que ómicron tendrá menor impacto en la economía que otras variantes, puesto que los países se han ido adaptando y el porcentaje de población vacunada es cada vez mayor. No obstante, el vicepresidente del BCE insistió en la necesidad de adoptar medidas a medio plazo para reconducir la senda fiscal, algo en lo que también hizo hincapié el FMI.
A partir de 2023, cuando "la economía haya entrado en una senda de crecimiento sostenido", el organismo insta a España a comenzar "un proceso sostenido y gradual de consolidación fiscal". "El ajuste fiscal debe favorecer el crecimiento, para lo cual será necesario preservar el margen para inversión pública y gasto en educación, y complementar el proceso con reformas estructurales que fomenten el crecimiento. A nivel de la UE, sería deseable completar la reforma del marco fiscal antes de la desactivación de la cláusula de escape general, o tener un arreglo transitorio hasta que la reforma se haga efectiva", añade el FMI.
Recorte en las previsiones
El FMI ha sido la última institución en rebajar su previsión de crecimiento para la economía española y la ha recortado más de un punto porcentual. Estima que el PIB avanzará un 4,6% este año, frente al 5,7% que predijo en octubre. De cara a 2022, calcula que los fondos europeos y el consumo privado llevarán al PIB a un crecimiento del 5,8%, también inferior al previsto hace solo dos meses. El hachazo del FMI deja solo al Gobierno que mantiene una previsión de crecimiento del 6,5%, a la espera de que el Instituto Nacional de Estadística confirme este jueves la evolución del PIB en el tercer trimestre del año.
El FMI calcula que España recuperará los niveles precrisis a finales de 2022 o a principios de 2023. Para ello, serán fundamentales los proyectos que se inicien gracias a los fondos europeos. Iakova insistió en que al organismo "no le preocupa la rapidez con la que lleguen los fondos, sino cómo se gasten". Esta semana la Comisión Europea ha autorizado el pago de 10.000 millones de euros para España.
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