Foro Económico Mundial

Davos alerta: la escasez de energía y alimentos se mantendrá aún dos años

La crisis provocada por el incremento del coste de la vida y del coste de la deuda (en plena subida de tipos por los bancos centrales) suponen también dos de los principales riesgos a corto plazo a nivel global

Foro Económico Mundial, Davos, Suiza
Foro Económico Mundial, Davos, Suiza
PASCAL BITZ / Europa Press

La crisis provocada por el incremento del coste de la vida y del coste de la deuda (en plena subida de tipos por parte de los bancos centrales) así como la escasez de la energía y de los alimentos suponen los principales riesgos a corto plazo para las economías. Los dos últimos se mantendrán aún los dos próximos años, según el 'Informe de Riesgos Globales 2023' publicado por el Foro Económico Mundial, la organización sin ánimo de lucro dedicada a promover debates públicos sobre asuntos globales que se reúne anualmente en la ciudad suiza de Davos. El mismo documento hace referencia a la incapacidad para mitigar y adaptarse al cambio climático como la mayor preocupación a largo plazo.

El documento, elaborado en colaboración con Marsh McLennan y Zurich Insurance Group, advierte de que los conflictos y tensiones geoeconómicas han provocado varios riesgos a nivel global, estrechamente interconectados, están dejando escaso margen de maniobra para actuar frente a las amenazas más críticas a largo plazo. El tiempo para hacerlo "se está agotando rápidamente" y es necesaria una acción concertada y colectiva antes de llegar a un punto de inflexión. Estas crisis a corto plazo (inflación, energía, alimentos...) podrían socavar los esfuerzos para hacer frente a preocupaciones relacionadas con el cambio climático, la biodiversidad y la inversión en capital humano.

En este sentido, el Foro incide en que los gobiernos van a verse forzados a hacer concesiones en torno a inquietudes incompatibles en materia de sociedad, medio ambiente y seguridad, subrayando que los riesgos geoeconómicos a corto plazo "ya están poniendo a prueba los compromisos de cero emisiones netas" y ponen de manifiesto la brecha entre lo que es científicamente necesario y lo que es políticamente aceptable. También considera que asuntos como la seguridad y el incremento del gasto militar pueden reducir el margen de maniobra en materia fiscal para amortiguar las repercusiones de una crisis prolongada del coste de la vida y alerta de que, "de no producirse un cambio de trayectoria, los países vulnerables podrían llegar a un estado de crisis perpetuo".

"El panorama de riesgos a corto plazo está dominado por la energía, los alimentos, la deuda y los desastres", ha señalado en la presentación del informe Saadia Zahidi, directora general del Foro Económico Mundial, para quien el clima y el desarrollo humano deben ser las preocupaciones principales de los líderes mundiales, incluso mientras luchan contra las crisis actuales. De este modo, el informe considera que, a menos que el mundo empiece a cooperar más eficientemente en torno a la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo, en los próximos diez años se producirá un calentamiento global constante que abocará a un colapso ecológico.

En peligro, la cohesión social

De hecho, la incapacidad para mitigar el cambio climático y de adaptarse al mismo, los desastres naturales, la pérdida de biodiversidad y la degradación ambiental representan cinco de los diez principales riesgos en la próxima década. Además, de cara al largo plazo, advierte de que el liderazgo basado en las crisis y las rivalidades geopolíticas podrían generar aflicción social a un nivel sin precedentes, a medida que desaparecen las inversiones en salud, educación y desarrollo económico, deteriorando aún más la cohesión social.

Así, el informe insta a los líderes para que tomen medidas de forma colectiva y decidida, equilibrando las perspectivas a corto y largo plazo. Junto a las medidas urgentes y coordinadas para combatir el cambio climático, recomienda hacer esfuerzos conjuntos entre países, así como la cooperación público-privada para fortalecer la estabilidad financiera, la gobernanza tecnológica, el desarrollo económico y la inversión en investigación, ciencia, educación y salud.

"La interacción entre los efectos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la seguridad alimentaria y el consumo de recursos naturales es una combinación peligrosa", ha advertido John Scott, director de Riesgos de Sustentabilidad de Zurich Insurance Group, para quien si se acelerasen las medidas, aún habría la oportunidad de hacer frente a las emergencias por desastres naturales.

De su lado, Carolina Klint, responsable de Gestión de Riesgos en Europa Continental de Marsh, considera que 2023 estará marcado por un aumento de los riesgos relacionados con los alimentos, la energía, las materias primas y la ciberseguridad, lo que provocará nuevas perturbaciones en las cadenas de suministro mundiales y repercutirá en las decisiones de inversión. "Ante las condiciones geoeconómicas más difíciles que ha enfrentado la última generación, las empresas deberían centrarse no sólo en sortear los problemas a corto plazo, sino también en desarrollar estrategias que les permitan afrontar riesgos a más largo plazo y el cambio estructural", añade el documento.

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