Francia espera escapar a la recesión en 2013 y para lograrlo no recortará más

  • El Gobierno francés, en contra de las previsiones exteriores como la del FMI, se reafirmó en su idea de que este año su país escapará a la recesión, aunque sea por poco, y en que para lograrlo no aplicará ajustes suplementarios, al tiempo que pidió ayuda a Alemania para reactivar la actividad en Europa.

París, 17 abr.- El Gobierno francés, en contra de las previsiones exteriores como la del FMI, se reafirmó en su idea de que este año su país escapará a la recesión, aunque sea por poco, y en que para lograrlo no aplicará ajustes suplementarios, al tiempo que pidió ayuda a Alemania para reactivar la actividad en Europa.

El Consejo de Ministros dio a conocer el programa de estabilidad que tendrá que negociar con la Comisión Europea, en el que augura un crecimiento del 0,1 % este año, del 1,2 % el próximo y del 2 % anual a partir de 2015.

El titular de Finanzas, Pierre Moscovici, justificó el abandono desde el mes pasado del cumplimiento desde este año de la regla europea de que el déficit no supere el 3 % del producto interior bruto (PIB), que se pospone a 2014, precisamente para evitar el efecto recesivo.

"Hacemos una política seria, no una política de austeridad", subrayó a la prensa al término del Consejo de Ministros Moscovici, que indicó que el déficit será del 3,7 % en 2013 y del 2,9 % en 2014.

"No haremos ningún esfuerzo presupuestario suplementario en 2013 al margen del ya comprometido, considerable, de 30.000 millones de euros", señaló el ministro, en alusión a los 20.000 millones de subidas de impuestos y a los 10.000 millones de recorte del gasto.

Para el próximo ejercicio, la proporción se invertirá, ya que el 70 % del esfuerzo vendrá de disminución de los presupuestos de las administraciones y de reformas en la Seguridad Social y el 30 % de un aumento de la recaudación fiscal, sobre todo mediante la lucha contra el fraude y la supresión de exenciones, según un comunicado del Ejecutivo.

El presidente francés, François Hollande, por boca de la portavoz del Gobierno, insistió en que la suya es "la única opción de política económica realista, creíble y ambiciosa a la vez" para poder equilibrar las cuentas públicas al término de su mandato, en 2017, y evitar que la deuda suba al 100 % del PIB.

En cualquier caso, con el escenario presentado en Consejo de Ministros, la deuda pública seguirá aumentando del 90,2 % del PIB en 2012 al 93,6 % en 2013 para tocar techo en 2014 con un récord del 94,3 %, antes de disminuir al 92,5 % en 2015.

Hollande se reafirmó, en ese escenario, en su prioridad para 2013: invertir antes de que acabe el año -en concreto en el último trimestre- la curva ascendente del paro, que se situaba en el 10,6 % a finales de 2012.

Una inversión de tendencia en la que no cree el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en sus previsiones publicadas ayer auguraba que el desempleo en Francia no sólo subirá en 2013 al 11,2 %, sino que lo seguirá haciendo al 11,6 % en 2014.

El FMI corrigió a la baja sus expectativas sobre la economía francesa y, como el grueso de los institutos de coyuntura, calcula que su PIB caerá este año (un 0,1 %) y se recuperará tímidamente en 2014 (con un alza del 0,9 %).

Moscovici confirmó que va a seguir tratando de convencer a los países con excedentes, y en particular a Alemania, de que "deben contribuir al crecimiento" en Europa.

El ministro francés advirtió de que la UE "se enfrenta a un movimiento de euro-escepticismo e incluso de rechazo", y en alusión a sus diferencias con Alemania afirmó que "Europa no debe ser un castigo, una coraza, un sufrimiento. Debe abrir perspectivas, estar a la altura del ideal que representa".

Frente a los reproches de la oposición de derechas, que le exigía en la Asamblea Nacional corregir y plantear una hoja de ruta financiera "creíble", el ministro de Hacienda, Bernard Cazeneuve, insistió en que su "estrategia es bien diferente" de la de la mayoría anterior que "hundieron nuestro país en la deuda", que se duplicó en diez años.

Cazeneuve hizo hincapié en que el esfuerzo de reducción del déficit estructural -el que excluye el efecto de la coyuntura, ahora negativa- será de 1,9 puntos de PIB este año, un nivel "inédito", y de un punto en 2014.

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