Francia reanuda juicio por Mediator, fármaco que causó más de 1.000 muertes

  • El Tribunal de Naterre, a las afueras de París, comienza a juzgar hoy el escándalo por presunto fraude del laboratorio farmacéutico Servier, cuyo medicamento contra la diabetes Mediator pudo causar la muerte a más de mil personas en Francia.

París, 21 may.- El Tribunal de Naterre, a las afueras de París, comienza a juzgar hoy el escándalo por presunto fraude del laboratorio farmacéutico Servier, cuyo medicamento contra la diabetes Mediator pudo causar la muerte a más de mil personas en Francia.

Los magistrados reanudarán el proceso después de que hace un año se aplazara ante un recurso de inconstitucionalidad que ha sido rechazado y que ha hecho que el fundador del laboratorio, Jacques Servier, de 91 años, tenga que enfrentarse a unas 700 enfermos que se han constituido en acusación particular.

El empresario y cuatro de sus exdirectivos pueden recibir una sentencia de hasta un año de prisión y una multa de hasta 75.000 euros. El laboratorio y su filial Biopharma pueden ser condenados a una multa de hasta 375.000 euros y a echar el cierre.

En paralelo a ese proceso penal, la fiscalía de París instruye una investigación por "estafa, daños, homicidio involuntario y tráfico de influencias" que debería desarrollarse de manera independiente de las pesquisas del tribunal de Nanterre. Ese segundo proceso fue lo que motivó el recurso de inconstitucionalidad.

Según declaraciones a "Le Parisien" de la neumóloga que destapó el escándalo, Irène Frachon, una condena penal podría facilitar la reclamación de indemnizaciones por parte de las víctimas, a menudo rechazadas por los tribunales porque Servier, que no ha sido condenado, no reconoce sus faltas.

El último peritaje judicial sobre el fármaco atribuye a Mediator entre 220 y 300 muertes a corto plazo y entre 1.300 y 1.800 a largo plazo por ese medicamento contra la diabetes.

Los autores del informe sostienen que tras detectarse los primeros casos, el laboratorio Servier que lo producía o las autoridades francesas de control deberían haber suspendido su comercialización por sus "potentes propiedades anorexígenas" entre 1998 y 2003, como hicieron Suiza y España, por ejemplo.

Sin embargo, el medicamento, que incluía el inhibidor del apetito benfluorex, no fue suspendido en Francia hasta 2009, una vez que se habían comercializado 145 millones de cajas del fármaco, y no se retiró definitivamente del mercado hasta julio de 2010.

Un informe previo elaborado por investigadores del Instituto Nacional de Sanidad e Investigación Médica de Francia (Inserm) concluyó que el producto "probablemente" causó al menos 1.320 muertes en Francia entre 1976 y 2009.

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