Francia subraya las garantías a los clientes y acreedores de Dexia

  • El primer ministro francés, François Fillon, subrayó hoy que el acuerdo con los gobiernos de Bélgica y Luxemburgo para la partición de Dexia garantiza "la seguridad" de los clientes y acreedores del banco, así como la preservación de "los derechos y los intereses de los empleados".

París, 10 oct.- El primer ministro francés, François Fillon, subrayó hoy que el acuerdo con los gobiernos de Bélgica y Luxemburgo para la partición de Dexia garantiza "la seguridad" de los clientes y acreedores del banco, así como la preservación de "los derechos y los intereses de los empleados".

En un comunicado, Fillon precisó que los tres gobiernos que acordaron esta madrugada salvar el banco franco-belga Dexia "tomarán todas las medidas necesarias para asegurar la seguridad de los clientes y de los acreedores".

"Estarán particularmente atentos a que se preserven los derechos y los intereses de los empleados del grupo y de sus filiales", que sumaban en total unos 35.200 a finales del primer semestre.

La entidad franco-belga explicó que se propondrá a los 600 empleados que trabajan en la estructura del consorcio su recolocación en alguna de las filiales.

El gabinete del primer ministro francés, que ayer se desplazó a Bruselas para negociar con las autoridades belgas y luxemburguesas, recordó que el acuerdo alcanzado es "una aceleración de las cesiones de activos" de Dexia con "tres operaciones de envergadura".

En primer lugar citó el traspaso de la filial francesa Dexia Municipal Agency (DMA), que agrupa la actividad de préstamos a los ayuntamientos a la Caisse des Depots et Consignations (CDC, un organismo financiero francés de titularidad estatal).

A ese respecto, la CDC creará un consorcio junto a la Banque Postale (el negocio bancario del servicio público francés de correos) para mantener la actividad de financiación de los municipios franceses.

Otra parte del compromiso se refiere a una oferta de compra de Dexia Banque Bélgica por el Gobierno belga.

Queda por cerrar la venta del negocio luxemburgués a un inversor internacional, el cual, según medios locales, sería el fondo soberano de Catar y pagaría 900 millones de euros por la filial sin sus activos tóxicos.

Los tres Estados se han repartido las garantías que prevén para Dexia, por un monto máximo de 90.000 millones de euros para cubrir sus diferentes necesidades, incluidas obligaciones y otros títulos con vencimiento en ese periodo.

En concreto, Bélgica asumirá un 60,5 %, Francia el 36,5 % y Luxemburgo el 3 % restante y todo ello "conforme a las exigencias europeas. De hecho, el plan se someterá a la Comisión Europea y a las instancias competentes para que se pueda aplicar "en el plazo más breve posible".

En su comunicado, el gabinete de Fillon hizo hincapié en que ese dispositivo pone en evidencia "los esfuerzos importantes desplegados por los gobiernos belga, francés y luxemburgués en favor de la estabilidad financiera en la zona euro".

El ministro francés de Finanzas, François Baroin, afirmó por su parte que las garantías que va a aportar el Estado francés no tendrán impacto sobre la nota que las agencias de calificación otorgan a la deuda soberana de su país porque espera que no sea necesario desembolsar ese dinero.

"La garantía no tiene impacto sobre la deuda y no tiene impacto sobre la calificación" de la deuda puesto que "la garantía en realidad no se acciona más que cuando sea necesaria y apostamos por que esta operación va a funcionar", comentó Baroin en declaraciones a la cadena de televisión "iTélé".

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