Francia, en 'shock': las detenciones se aproximan a las 2.000 en todo el país

  • El Gobierno desplegó un dispositivo de casi 90.000 agentes y en los enfrentamientos con manifestantes han resultado heridas 135 personas. 
Protestas chalecos amarillos
Protestas chalecos amarillos
Efe

La situación se ha vuelto a descontrolar en París y en toda Francia en otro sábado negro para las calles del país vecino y para un Gobierno que ya no sabe cómo reaccionar a la crisis. Al final de la tarde, el recuento del cuarto sábado de furia es desastroso para quienes esperaban templar los ánimos: alrededor de 2.000 personas detenidas, de los que 1.700 aún están en dependencias policiales, la gran mayoría en París, y 118 manifestantes y otros 17 agentes heridos de diversa consideración, durante la nueva jornada de movilizaciones de los 'chalecos amarillos' en toda Francia. Y eso que el recuento, a primera hora de la noche, no había terminado, como especificó el ministro francés de Interior, Christophe Castaner.

"Las fuerzas del orden han hecho que se respete la ley", subrayó el primer ministro francés, Édouard Philippe, quien puso el acento en que ahora es momento para el diálogo, que ya empezó él mismo con representantes del movimiento de los "chalecos amarillos" el sábado y que "debe continuar".

Una vez más, París fue el foco de atención. El secretario de Estado de Interior, Laurent Núñez, había informado a mediodía que las protestas de París habían involucrado a unos 8.000 manifestantes que se han enfrentado a la Policía francesa. Unas 272 personas se encontraban en dependencias policiales parisinas a esa hora ya (700 detenidos a media tarde). En el octavo distrito de París se ha destacado un grupo de vehículos blindados que han llevado a los manifestantes a abandonar en calma la escena, pidiendo a voz en grito la dimisión del presidente del Gobierno, Emmanuel Macron. También se han registrado detonaciones en la calle Beaujon.

El Gobierno francés ha informado de cierta disminución en las movilizaciones, con 5.000 participantes menos en todo el país que el sábado pasado a mediodía. Sin embargo, ya por la noche se elevó el total a 125.000 manifestantes en todo el país. 

Pese a los anuncios del Gobierno de dar marcha atrás en las medidas más polémicas, los 'chalecos amarillos' se han repetido numerosas acciones de bloqueos y cortes de autopistas y carreteras por todo el país, incluidos los dos principales pasos fronterizos con España en los dos extremos de los Pirineos. El Centro Nacional de Información Vial (CNIR, Bison Futé) señaló en su página de internet una "manifestación social" en la autopista A63 a su paso por el País Vasco francés a la altura de Biriatou y otra en Urrugne, junto a la frontera española, en los dos sentidos de circulación y que provocaría durante todo el día retenciones kilométricas.

La misma indicación se daba también en el peaje de Le Boulou, en la autopista A9 antes de entrar a España por Cataluña. Iguamente, en la A9, había otro corte en los dos sentidos en los accesos de Narbona-Sur y se impedía el paso a la A7 en Montélimar, Bollène y Orange, informa Efe.

En el suroeste, la circulación se bloqueó en la autopista A62 en el peaje de Agen, y en Burdeos desde la madrugada un centenar de manifestantes montaron una barricada a la que prendieron fuego para impedir el paso en la A10. Al norte de Lyon, el tráfico estuvo interrumpido en la A6 a la altura de Villefrance sur Saône.

Los 'chalecos amarillos' organizaron este sábado el cuarto sábado consecutivo de protestas en toda Francia, aunque el centro de atención se encuentra en París, aunque hubo otros enfrentamientos con las fuerzas del orden, pero sin gravedad, en las manifestaciones de otras ciudades, como en Marsella.

Allí desfilaron pacíficamente por el centro entre 1.000 y 2.000 personas hasta la prefectura, con diferentes consignas, entre las que destacaba la exigencia de la dimisión del presidente francés, Emmanuel Macron. En la que es la segunda ciudad del país, muchos comercios habían decidido cerrar por precaución para evitar desperfectos en sus tiendas, y también estaba cerrado el mercado de Navidad.

El Ejecutivo había movilizado un dispositivo de seguridad "excepcional", con el despliegue de 89.000 policías y gendarmes en todo el país (el sábado de la semana pasada habían sido 65.000), de los cuales 8.000 en la capital. En París, además, las zonas más sensibles por ser los puntos de concentración de los 'chalecos amarillos', como el barrio de los Campos Elíseos, las plazas de la República y de la Bastilla han sido cortados al tráfico desde primera hora de la mañana y los comercios han permanecido cerrados. Tampoco han abierto los grandes museos, ni los grandes almacenes, ni muchos mercados o establecimientos públicos como la Torre Eiffel.

Estas protestas han coincidido además con la manifestación a favor de medidas efectivas para frenar el cambio climático, que ha reunido a entre 17.000 y 25.000 personas, según los organizadores. La marcha ha culminado en torno a las 16.00 horas en la plaza de la República y se ha disuelto sin mayores incidentes. Los discursos y conciertos previstos han sido suspendidos por la negativa de las autoridades a permitir la instalación de un escenario.

Por su parte, también en Bruselas se han producido detenciones, unas 400 identificaciones y una decena de arrestos, después de una manifestación que ha reunido a más de un millar de 'chalecos amarillos' belgas. Algunos individuos han lanzado adoquines y otros objetos contra los policías desplegados en el barrio donde se encuentra la sede de las instituciones europeas, completamente cerrado a la circulación de vehículos y peatones, informa Ep.

En los disturbios han resultado heridos al menos tres periodistas. Dos fotógrafos de 'Le Parisien' fueron alcanzados en la zona de los Campos Elíseos por proyectiles tipo "flash-ball", pelotas de goma diseñadas para labores antidisturbios. Uno de ellos recibió un impacto en la nuca y otro en la rodilla, ha informado el propio periódico.

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