Francisco de la Torre: "Lo primero que haría sería suprimir el régimen de módulos".

    • Francisco de la Torre activaría un Plan de Choque contra el Fraude Fiscal y aumentaría los medios humanos y materiales de la Agencia.
    • Lanzaría a la Inspección de Hacienda a realizar batidas en busca de facturas ocultas o falsas.

Los propietarios de establecimientos de restauración son uno de los colectivos que se pueden acoger al sistema de módulos del IRPF.
Los propietarios de establecimientos de restauración son uno de los colectivos que se pueden acoger al sistema de módulos del IRPF.

Como portavoz de la Organización de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), Francisco de la Torre ha detallado y explicado decenas de propuestas para mejorar la lucha contra el fraude fiscal en España.

Algunas han terminado aplicándose, aunque para ello hubiera que esperar a que la crisis pusiera a España al borde de la quiebra, como los cambios en la libertad de amortización y en la deducción por gastos financieros del Impuesto de Sociedades, otras muchas siguen en el tintero y continúan alimentando las propuestas que el colectivo traslada a la Agencia Tributaria.

Le proponemos un juego de política-ficción al autor de '¿Hacienda somo todos?' (Editorial Debate). ¿Cuáles serían las dos primeras cosas que haría si fuera ministro de Hacienda?

Duda más a la hora de escoger la segunda, pero la primera medida la identifica rápidamente: suprimir el sistema de módulos.

El sistema de módulos en el IRPF se implantó a mediados de los ochenta en España cuando una Administración fiscal sin demasiada experiencia en la recaudación y con unas limitaciones de medios importantes se enfrentó al problema de cómo hacer tributar al comercio minorista.

La solución que se ideó fue establecer una tarifa fija -en función de una serie de criterios como la potencia del horno de la panadería, el número de empleados o los metros de barra de un bar- para todos los que facturaran por debajo de una determinada cantidad.

De ese modo, la Hacienda Pública se garantizaba un ingreso y se libraba de los costes de realizar un control sobre un ámbito formado por centenares de miles de autónomos y pequeños empresarios.

Al margen de la injusticia implícita de hacer tributar lo mismo a dos establecimientos similares independientemente de los rendimientos que obtenga cada uno, el régimen ha termiando convirtiéndose, según los inspectores de Hacienda, en un nido de facturas falsas.

¿El motivo? Al estar topada la facturación máxima en que pueden incurrir los profesionales que están dentro de este régimen, éstos minimizan su facturación declarada para mantener las ventajas fiscales que les proporciona el sistema de módulos.

Según Francisco de la Torre hace mucho que éste régimen dejó de ser rentable desde la perspectiva recaudatoria. "El daño infringido por un solo empresario que defraude en este régimen puede equivaler a los ingresos realizados por una veintena de empresarios que sí cumplan con sus obligaciones fiscales".

La segunda medida sería incrementar la dotación de medios humanos y materiales de la Agencia Tributaria."No sé como no hemos sido capaces de convencer a los políticos de esto, no me lo termino de explicar", asegura el inspector de Hacienda, que pone como ejemplo los resultados en reducción de mortalidad en las carreteras obtenidos por las campañas de la Dirección General de Tráfico para ilustrar los rendimientos que se podrían obtener con más medios humanos y materiales.Batida de facturas falsas

Le proponemos otro ejercicio de política fiscal-ficción algo menos ambicioso. Le acaban de nombrar director general de la Agencia Tributaria. Póngase manos a la obra...

"Lo primero que haría sería un Plan de Choque de Lucha contra el Fraude", asegura.

¿Cómo sería ese plan? "Identificaría los sectores de actividad económica donde puede haber más fraude y donde la actuación de la Agencia podría ser más eficaz".

¿Por ejemplo? Pues de la Torre lanzaría a los profesionales de la lucha contra el fraude a hacer batidas callejeras sobre profesionales y pequeñas empresas en busca de facturas falsas con el doble objetivo de detectar fraudes y crear un efecto disuasorio.

En su opinión, las actuaciones de la Agencia Tributaria deben darse a conocer más. "Hay contribuyentes que cometen algunas irregularidades y ni siquiera saben que no son legales. Y si lo saben, las continúan haciendo porque no tienen la sensación de que se les puedan descubrir".

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