Más de 150.000 € en premios

Fraude en el Euromillones: una mujer trata de robar el dinero a un pensionista

La trabajadora de la administración le dijo al hombre que todos sus boletos eran perdedores y mientras se los devolvía, el jubilado no se dio cuenta de que le había dado otros que no eran los suyos.

Bolas de lotería.
Bolas de lotería.
PauloDiniz de Pixabay.

Narendra Gill es una mujer de 52 años, trabajadora de la empresa Leeds, que trató de engañar a un hombre de 81 años que había ganado un gran premio en el Euromillones de Reino Unido. En concreto, la suma de dinero que el anciano tenía que recibir era de más de 150.000 euros. Gill robó el boleto de la suerte, que tenía cinco números ganadores y una estrella de la suerte del hombre, después de haber revisado y comprobado que el número era el ganador.

El hombre, llamado Frank Gowland, se enteró que había ganado el premio después de varias semanas, cuando los agentes de la policía contactaron con el jubilado para contarle lo ocurrido. "No tenía ni idea de que había ganado hasta que recibí esta llamada telefónica. No podía escuchar lo que decía la policía, así que le pedí a mi hijastro que se ocupara de eso", explicó el hombre a The Sun. En concreto, le dijo al agente: 'Debes estar bromeando, esto es una estafa'.

Así sucedieron los hechos

El crimen fue descubierto por la organización Camelot, empresa que se encarga de administrar la lotería en el Reino Unido. Los trabajadores de la empresa de la Lotería Nacional del país comenzaron a sospechar Gill después de escucharla intentar verificar el boleto mientras atendía a los clientes en su tienda en West Yorkshire. Gowland, que utiliza audífonos para escuchar bien, recuerda haberle dado a Gill ocho boletos para que los comprobara. Poco tiempo después, ella le dijo que todos eran perdedores y se los dio. El hombre no se dio cuenta que en esa transacción se los había cambiado.

Antes los agentes, la mujer aseguró que los billetes se los habían regalado y desconocía donde se habían comprado. Pero la investigación pudo probar, gracias a las imágenes de la administración, que la mujer fue la que atendió a él y a su esposa Sue, de 77 años. Finalmente, Gill reconoció el fraude y el robo y el tribunal le ha condenado a 28 meses de cárcel. 

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