Frente a China y Corea del Norte, EEUU estrecha lazos con democracias asiáticas

  • Para compensar la influencia de China en Asia y frenar la amenaza de Corea del Norte, Estados Unidos quiere reforzar sus alianzas económicas y estratégicas con las grandes democracias de la región, con Japón e India a la cabeza.

Al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, monopolizada por el tema sirio, el secretario de Estado John Kerry buscó este martes estrechar lazos con sus homólogos japonés Fumio Kishida y sudcoreano Yun Byung-se, en una extraña reunión tripartita entre estos tres aliados militares.

Está previsto que Kerry se reúna con Kishida y la ministra india de Relaciones Exteriores Sushma Swaray Sushma Swaraj, un encuentro trilateral inédito entre Estados Unidos, India y Japón que el jefe de la diplomacia estadounidense presentó como la cita de las "grandes democracias" del mundo.

El famoso "eje", o "reequilibrio", de Estados Unidos hacia la región Asia-Pacífico es una de las piezas maestras de la política extranjera del presidente Barack Obama.

Junto a los ministros japonés y sudcoreano, Kerry mostró ante la prensa su preocupación por los "muy importantes desafíos en materia de seguridad" que enfrenta Asia, mencionando la amenaza de Corea del Norte y su programa militar.

Kishida se alarmó por las tensiones persistentes en Asia Oriental, apuntando con el dedo a Pyongyang. Por eso, dijo el ministro japonés, "las alianzas Estados Unidos/Japón y Estados Unidos/Corea del Sur podrían desempeñar un papel mucho mayor" para la seguridad en Asia.

Kerry abogó por "un refuerzo de la cooperación mundial y regional con dos aliados sólidos y fieles" como Japón y Corea del Sur, según dijo su portavoz John Kirby.

En materia económica, el secretario de Estado desatacó las "sólidas perspectivas" de Asia, gracias al Tratado de Libre Comercio Transpacífico (TPP) que Estados Unidos quiere lanzar este año.

Los 12 países que lo negocian (Australia, Canadá, Chile, Brunei, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam) se reunirán el miércoles y el jueves en Atlanta (sur de Estados Unidos) para tratar de alcanzar un compromiso final.

La zona abarcada representa el 40% del Producto Interior Bruto mundial, pero China está excluida de las negociaciones comerciales.

En las declaraciones políticas públicas de Washington y sus aliados asiáticos, Pekín nunca es explícitamente mencionada.

Sin embargo, la sombra de la segunda potencia mundial está omnipresente.

El presidente Obama acaba de recibir el viernes a su par chino Xi Jinping en visita de Estado en la Casa Blanca.

Pese a su coincidencia en cuanto a la necesidad de combatir el cambio climático, en otros temas -desde la piratearía informática hasta los contenciosos territoriales marítimos en Asia, pasando por los derechos humanos- los dos dirigentes sólo pudieron constatar sus desacuerdos.

En el Mar de China Meridional, Pekín reivindica derechos sobre algunas islas y lleva a cabo desde hace un año operaciones de relleno que han transformado arrecifes de coral en puertos e infraestructuras diversas.

Washington y sus socios del sudeste asiático temen un golpe del coloso chino que le daría el control, a partir del archipiélago de las Spratleys, de una de las rutas marítimas más estratégicas del planeta.

Estados Unidos denuncia una "militarización" de la zona por China y teme el peligro de un conflicto armado.

Pekín niega tener una voluntad beligerante, pero el presidente Xi reafirmó el viernes el derecho de su país a ejercer la "soberanía" en "islas que son territorio chino desde tiempos inmemoriales".

Estados Unidos e India, otro rival de China, consolidaron a su vez la semana pasada su "diálogo estratégico y comercial" anual, al tiempo que negaron que tengan a China en su línea de mira.

Las dos "mayores democracias del planeta" aspiran a quintuplicar sus intercambios comerciales, a unos 500.000 millones de dólares por año, el volumen actual del comercio entre Washington y Pekín.

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