Los 23 ministros del último Gabinete de Pedro Sánchez, resultado de la profunda remodelación del pasado julio, se reparten un total de 2.990 asesores y funcionarios de élite, todos con nivel 30, una escala que mayoritariamente se reserva para los cargos de confianza, muchos designados a dedo y que ni siquiera han tenido que realizar una oposición o hacer constar unos estudios determinados para acabar en el escalafón más alto de la Administración. El amplio Ejecutivo de coalición ha obligado a aumentar el número de altos cargos y también el de asesores y su número es el mayor en democracia.
Un repaso detallado a la Relación de Puestos de Trabajo (PPTs) en los ministerios, de los que dependen además nueve agencias estatales, entre ellas la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) o la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AiRef), muestra que estos departamentos se atribuyen 930 asesores y vocales asesores -denominación del puesto-, además más de un centenar de directores generales y subdirectores. Mientras, con prácticamente todos los currículos actualizados, aunque sigue apareciendo el de Iván Redondo, el Gobierno reconoce tener 578 cargos, entre los que se incluyen todos los ministros, sus jefes de Gabinete, secretarios de Estado, directores ejecutivos, responsables de las agencias estatales, entre otros.
Los cinco ministerios de Unidas Podemos están a la cola en el Gobierno de Sánchez en cuanto el número de asesores. En total, disponen de 73 'consejeros'
Son estos altos cargos los que designan a sus asesores y cargos de confianza y según los datos de Transparencia solo en Presidencia de Gobierno hay más de cien con el máximo nivel en la Administración, el 30. Le siguen Economía y Transformación Digital, con 76, más otros 12 en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), y el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, con 87, más uno en la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid). En la cola se encuentran los cinco departamentos gestionados por Unidas Podemos: Consumo (10), Universidades (10), Igualdad (15), Derechos Sociales y Agenda 2030 (17) y Trabajo y Economía Social (21).
De los 105.000 empleados públicos que trabajan en los ministerios, en total poco menos de 3.000 han alcanzado un puesto de máxima confianza, como jefes de Gabinete de los secretarios de Estado, jefes de área, subsecretarios, directores generales, secretarios o consejeros. El mayor número de funcionarios de carrera y eventual con nivel 30 se concentra en el ministerio que dirige María Jesús Montero. En Hacienda y Función Pública, el dato actualizado el mes pasado muestra que hay 391 efectivos de esta categoría, más 158 en la Agencia Tributaria, dónde hay un número importante de inspectores / asesores, y los que trabajan en la AiRef.
Tras este ministerio, los departamentos de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana (276), Política Territorial (225), Economía (166) -más 43 en la CNMC), Industria (163) y Presidencia (158), copan los primeros puestos en número de funcionarios de élite. A la cola, nuevamente, cuatro de los cinco ministerios 'morados': Consumo, Universidades, Igualdad y Derechos Sociales. Mientras, en torno a un centenar de puestos de nivel 30 continúan sin ocupar. A este elevado número de efectivos designados a dedo habría que añadir un número importante de funcionarios de libre designación en puestos de confianza, con menor nivel, como en el caso de secretarios y secretarias.
Todos estos empleados públicos, que aparecen en la estadística de Función Pública bajo el epígrafe de otro personal, junto a los trabajadores interinos, son designados por los altos cargos, ocupan puestos no reservados para funcionarios de carrera y su contrato es temporal, hasta su cese o se acabe el mandato. De forma habitual su función es la de asesoramiento, pero en algunos casos pueden desempeñar alguna función directiva, sobre todo en la Administración local. Son retribuidos con cargo a créditos presupuestarios consignados exclusivamente para este tipo de personal.
El 6o% del personal de los ministerios tiene más de 50 años, existen grande brechas salariales y los funcionarios de alto nivel conviven con los cargos de confianza
Los ministerios en los que trabajan estos cargos de confianza arrastran muchos de los problemas de las administraciones públicas, desde las brechas laborales y salariales, la precariedad y también un importante envejecimiento de sus efectivos. Según el Boletín Estadístico del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas, hay 91.500 empleados públicos en o para los ministerios y otros más de 14.000 que lo hacen en las agencias estatales, que dependen directamente de estos departamentos. Un 46%, fundamentalmente militares y policías, dependen de Defensa e Interior. Mientras, dos de cada tres son funcionarios, seguidos del personal laboral, en torno a 26.000 y 4.300 efectivos están encuadrados en otro personal, la mayoría eventuales con nivel 30.
Uno de cada tres de estos empleados trabaja en Madrid y la proporción entre hombres y mujeres es casi idéntica. La edad media en los ministerios ronda los 47 años, y el 53% de la plantilla tiene más de 50 años. La mayor franja de edad se da entre los 50 y los 55 años. Durante la próxima década se jubilarán casi un millón de funcionarios en todas las administraciones públicas y los de los ministerios no serán una excepción.
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