Gallardón no prohibió los coches viejos por el centro porque eran "muy pocos"

  • Madrid.- El Gobierno municipal de Alberto Ruiz-Gallardón no llegó a prohibir la circulación por el centro de los coches más antiguos, como anunció hace cinco años que haría al considerar que eran los más contaminantes, porque eran "muy pocos" y en muchos casos pertenecían a los ciudadanos con menos recursos.

Gallardón no prohibió los coches viejos por el centro porque eran "muy pocos"
Gallardón no prohibió los coches viejos por el centro porque eran "muy pocos"

Madrid.- El Gobierno municipal de Alberto Ruiz-Gallardón no llegó a prohibir la circulación por el centro de los coches más antiguos, como anunció hace cinco años que haría al considerar que eran los más contaminantes, porque eran "muy pocos" y en muchos casos pertenecían a los ciudadanos con menos recursos.

Esta es la explicación que hoy ha dado la delegada de Medio Ambiente, Ana Botella, en la Comisión municipal del Área.

Hace cinco años, en febrero de 2006, el entonces coordinador general de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Ignacio López-Galiacho, dijo, aunque con toda precaución, que esa medida afectaría a entre 75.000 y 80.000 vehículos, el 7 ú 8% por ciento de los que registrados en la ciudad.

La precaución de López Galiacho tenía su justificación en que parte de esos coches, en una proporción imposible de conocer entonces, habría instalado ya los catalizadores y los filtros de partículas con los que quedarían adaptados a la normativa europea vigente.

Además, el resto de los que no se hubieran adaptado dispondrían de dos años para hacerlo, quizá con alguna ayuda por parte del Ayuntamiento en forma de bonificación fiscal, aún sin decidir, según se dijo entonces.

La idea nunca llevada a cabo era que los vehículos matriculados en la capital antes del 1 de enero de 1993, fecha en la que entró en vigor la normativa Euro 1 de la UE, que obligó a los fabricantes a introducir sistemas de reducción de las emisiones contaminantes, no pudieran circular por el centro de la capital a partir de 2008.

Por supuesto, la limitación hubiera afectado tanto a los vehículos registrados en Madrid como a los que cada día entran en la ciudad procedentes sobre todo del resto de la Comunidad y a los de los visitantes que lleguen a Madrid en sus coches.

Para controlarlos se establecerían sistemas de vigilancia automatizados y con agentes municipales.

El área en el que se pensaba establecer esa limitación, denominada Zona de Emisión Baja y de la que López Galiacho hablaba como "zona cero", era la comprendida entre los paseos de Recoletos y Prado, las rondas, la Gran Vía de San Francisco, las calles de Bailén y Ferraz, el paseo del Pintor Rosales, Marqués de Urquijo, Alberto Aguilera y Génova, más o menos un cuadrado de unos dos kilómetros de lado.

La restricción ideada por el Ayuntamiento formaba parte de la Estrategia Local para la Calidad del Aire de la Ciudad de Madrid 2006-2010, aprobada hace cinco años por la Junta de Gobierno y dotada con un presupuesto plurianual de más de 500 millones de euros para la puesta en marcha de ésta y otras muchas medidas.

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