Ha tenido problemas con el alcohol y las drogas

La ganadora más joven de la lotería que se arruinó: vive de ayudas sociales

Callie Rogers ganó 2,2 millones en la lotería de Reino Unido cuando solo tenía 16 años. Dilapidó su fortuna en fiestas, viajes, donaciones a familiares y lujos. 

Bolas de lotería.
Bolas de lotería.
Imagen de Alejandro Garay en Pixabay

Ganar un premio millonario de lotería puede cambiarte la vida... para bien o para mal. Gestionar el dinero de manera adecuada invirtiendo y garantizando rentas a largo plazo es fundamental para no terminar en la ruina. Por raro que parezca, esto ha ocurrido en varias ocasiones con ganadores de todo tipo de loterías como el Euromillones u otros juegos de azar a los que se apuesta en Reino Unido.

Uno de los casos más mediáticos es el de Callie Rogers. Esta joven se convirtió en la británica más joven en ganar un premio de loterías. En 2003 fue premiada en la lotería nacional con 2,2 millones de euros. Tenía solo 16 años y el dinero dio un vuelco a su vida.

Sin embargo, 18 años después está arruinada y vive de subsidios y ayudas de caridad. Según informa el diario 'The Sun', Rogers dilapidó su fortuna en casas, donaciones a familiares y amigos, fiestas, viajes y ropa.

En concreto, el desglose de gastos fue el siguiente: 647.000 euros en casas para ella, sus padres y sus abuelos; 353.000 euros en ropa, belleza y tatuajes; 294.000 euros en vacaciones y viajes, entre ellos a México y EuroDisney; 223.000 euros en regalos y donaciones a familiares; 221.000 euros en regalos a parejas y exparejas; 100.000 euros en coches, incluidos un Range Rover y un BMW; 58.000 en gastos de abogados; 24.000 en tres operaciones de pecho.

Casi dos años sin poder conducir

Los elevados gastos han llevado a Callie a la bancarrota. Sus fiestas continuas y sus problemas con el alcohol y las sustancias ilegales contribuyeron a la pérdida de dinero. "Todos cometemos errores en la vida y yo hice muchos cuando era joven e inocente. Ganar la lotería me hizo convertirme en la persona que soy y estoy orgullosa de quien soy", explicó.

Las malas decisiones le hacen vivir hoy en día de la caridad y sus problemas no cesan pese a haber perdido su fortuna. La semana pasada Callie fue condenada a una pena de dos años sin conducir tras estrellarse con su coche con el muro de un granja y negarse posteriormente a hacer un test de alcoholemia ante la policía.

El suceso tuvo lugar el 20 de diciembre de 2020 y los agentes sospechaban que Callie conducía bajo los efectos del alcohol. Durante los próximos dos años no podrá conducir su Hyundai Tucson.

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