Valores de refugio

Ganar dinero con monedas históricas ahora que no se pueden canjear pesetas

Algunos ahorradores están optando por alternativas de inversión conservadora, por ello recurren a la numismática para refugiar parte de su capital.

Pesetas
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Europa Press

La incertidumbre económica generada por la pandemia ha llevado a muchos ciudadanos a cambiar sus hábitos, también aquellos que afectan al bolsillo. Muchas familias han aumentado sus ahorros desde la aparición del coronavirus con el objetivo de estar preparados por si vinieran mal dadas. Algunos ahorradores han optado por acudir a los mercados financieros y aprovechar las caídas en Bolsa en sectores como el lujo o el turismo para adquirir acciones a precios más atractivos. Otros inversores prefieren recurrir a valores refugio para capear el temporal mientras protegen su patrimonio.

El activo por excelencia para estos ahorradores más conservadores es el oro. Los inversores recurren a este metal como refugio cuando se produce una crisis económica, debido a su seguridad. Esto se debe a que su precio suele oscilar menos que otros activos financieros. Sin embargo, los lingotes de oro no son el único bien físico al que recurren los inversores, además del ladrillo, muy conocido por los españoles. Otras opciones son las piedras preciosas, el arte, las botellas de vino y las monedas históricas.

La inversión en numismática es una alternativa para inversores que quieren refugiar un capital fuera de los círculos más utilizados habitualmente, como los bancos o las gestoras. No es apta para todos los públicos, sino que está destinada a los ahorradores más conservadores.

Mayores ventajas de la numismática

El principal problema de la inversión en numismática es que las monedas no producen nada. Si un inversor compra una moneda, independientemente del tiempo que pase, seguirá teniendo solo una moneda. Además, el valor de esa moneda seguirá siendo el mismo. En cambio, si ese mismo inversor opta por otro tipo de activos como un fondo de inversión de bajo riesgo o incluso un depósito puede lograr una rentabilidad que le permita aumentar su capital inicial. Por eso, la inversión en numismática está pensada para preservar el dinero.

Sin embargo, la inversión en monedas históricas también tiene ventajas. Una de ellas es la facilidad para guardarlas, transportarlas y venderlas. Los ahorradores pueden comprar y vender estos bienes con mucha facilidad al existir muchos coleccionistas de monedas en el mundo. Además, no existe obligación de registrar las monedas adquiridas en ningún registro oficial, lo que facilita el intercambio entre usuarios.

“Tenemos un capital en nuestra casa o en nuestra caja fuerte en un banco y siempre podemos acceder a él. Las monedas tienen una alta demanda internacional y eso permite que a la hora que queramos venderlas, se pueda hacer fácilmente y en cualquier lugar del mundo”, destacó Adolfo Ruiz Calleja, experto en numismática y autor del Blog Numismático, en una entrevista en Finect Talks, el podcast de la plataforma Finect.

Cómo evitar fraudes

Gracias a esa facilidad para venderlas, las monedas históricas son activos muy líquidos. Un activo se considera líquido cuando se puede convertir rápidamente en efectivo mediante la venta sin sufrir una pérdida de su valor. Lo habitual es que las monedas antiguas mantengan su precio y no sufran grandes cambios. Obviamente, no todas las monedas tienen la misma demanda y, por tanto, la misma capacidad para venderse en el mercado. Los expertos señalan que la conservación de las mismas resulta fundamental a la hora de decidir su importancia y su precio.

Si se quieren comprar monedas históricas lo mejor es acudir a una tienda de numismática o una casa de subastas, ya que así se pueden evitar problemas de fraude. La tecnología ha facilitado la posibilidad de adquirir ejemplares a través de tiendas virtuales sin tener que desplazarse al establecimiento físico. “Si compramos monedas, hay que comprarlas siempre a profesionales y siempre con factura. Hay que tener mucho cuidado”, apunta Ruiz Calleja.

También suele ser muy habitual la compraventa entre particulares. Sin embargo, esta opción solo resulta recomendable para aquellas que tengan conocimientos previos o que dispongan de contactos de confianza. Otra opción que resulta muy recomendable para las personas que se empiecen a aficionar a las monedas históricas es recurrir a la Casa de la Moneda. La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre dispone de una tienda en internet, donde se pueden comprar monedas.

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