Garamendi tilda de "rejón" la subida de la base máxima de cotización de un 7%

  • El presidente de la patronal advierte de que el incremento mermará la competitividad de las empresas españolas en el mercado global.
Antonio Garamendi, presidente la CEOE (Foto de archivo)
Antonio Garamendi, presidente la CEOE (Foto de archivo)
Oscar del Pozo - Europa Press

El presidente de la patronal CEOE lo tiene claro: subir los costes a los empresarios merma la competitividad de la economía española en un contexto global. Antonio Garamendi ha cargado esta mañana contra el incremento de las bases máximas de cotización a la Seguridad Social, pese a que, tal y como ha anunciado, el Gobierno ha rebajado de manera considerable sus aspiraciones iniciales.

Finalmente, el Ejecutivo subirá la base máxima de cotización un 7%, frente a la horquilla de entre el 10% y el 12% que barajaba antes. Así lo ha adelantado el presidente de la CEOE en una entrevista en la Cope. Tal y como publica hoy La Información, la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, se ha visto forzada a rebajar las intenciones que trasladó a la Autoridad Fiscal para limar el fuerte impacto en la economía que tendría un repunte desproporcionado de las cotizaciones sociales.

Pero los empresarios no están satisfechos con esta rebaja. Pese a que finalmente las cotizaciones de los sueldos más altos no se elevarán tanto como temían hace unas semanas, Garamendi ha tildado el incremento del 7% de "rejón". A su juicio, provocará "un problema de competitividad en el mercado global" porque supone "1.500 millones de euros más que van a tener que pagar las empresas, a 1.500 euros por cada trabajador de aquellos que cobran más de 45.000 euros". Y esto, ha asegurado, cuando los empresarios españoles ya soportan unos costes en términos de cotizaciones a la Seguridad Social "un 30% por encima de los europeos".

El sucesor de Juan Rosell al frente de la patronal española, que tiene previsto anunciar mañana la composición de su Comité Ejecutivo en la que será su primera Junta Directiva como presidente, no ha dudado en cargar en los micrófonos de la radio contra otros anuncios del Gobierno. En referencia a las subidas de impuestos, Garamendi ya venía advirtiendo del peligro de los "globos sonda", porque paralizan contrataciones e inversiones. "La falta de estabilidad, en economía, produce un retraimiento de las decisiones", ha advertido el líder empresarial. 

En líneas generales, el presidente de la CEOE ha puesto en duda la totalidad del proyecto presupuestario del Gobierno. "Nos preocupa sobremanera", ha dicho en referencia a unos anuncios de aumento del gasto de 6.000 millones de euros de los que, es más, desconfía: "Van a ser más de lo que nos cuentan", ha asegurado. Tampoco se ha mostrado convencido del lado de los ingresos y ha cuestionado que se vayan a alcanzar las previsiones del Ejecutivo.

Otro de los aspectos incluidos en el proyecto de PGE que tampoco ha gustado nada a Garamendi es la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 900 euros, y no por el incremento en sí, sino por la manera en la que se ha pactado, dando la espalda a patronal y sindicatos. "El Gobierno se ha saltado el diálogo social al firmar con un partido político", ha dicho al respecto, para defender después que "la paz social es la mayor infraestructura de este país".

Precisamente, el jefe de la CEOE ha sido preguntado por el supuesto estallido de la mesa del diálogo social la semana pasada, cuando CCOO anunció un preacuerdo con el Gobierno para modificar la legislación laboral sin contar con la patronal. "Fue una sorpresa y una mala noticia, porque no es el camino", ha dicho Garamendi, para aclarar después que no existe tal acuerdo y que se sigue negociando a tres bandas.

Respecto a las cuestiones que se están planteando en estos momentos en las distintas mesas, como la prevalencia de los convenios colectivos sobre los de empresa y la ultraactividad (mantenimiento del convenio aunque decaiga, si no se llega a acuerdo), el presidente ha insistido en la postura que mantiene la CEOE al defender la libertad de los empresarios para firmar sus propios convenios, frente a la imposición de criterios, y al tildar de "perversa" la ultraactividad en algunos casos.

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