El incremento de los precios del gasóleo y de la gasolina se nota en el bolsillo de los consumidores y también en los registros de ventas diarias de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). La estadística que creó Hacienda para tener un termómetro en tiempo real de la economía y el consumo muestra que el comercio al por menor de combustible para la automoción en establecimientos especializados ha crecido un 40% en los dos primeros meses del año. En enero, las ventas medias diarias alcanzaron los 23,2 millones de euros, frente a los 16,9 millones de un año antes (+37%). En febrero, las ventas diarias fueron de media de 28,3 millones, un 40,1% superiores a las de un año antes. Cabe recordar que la invasión de Ucrania empezó el 24 de febrero por lo que el incremento apenas incluye el impacto del conflicto.
Los precios de la energía acumulan varios meses al alza y han impulsado la tasa interanual del índice de precios al consumo (IPC) a su nivel más alto desde los años 80. En febrero, según publicó el Instituto Nacional de Estadística, la tasa llegó al 7,6%, tras encarecerse los productos energéticos un 44,3% y los carburantes y combustibles, un 26,9% en el último año. Los escenarios macroeconómicos contemplan que la inflación se eleve hasta dos puntos por encima de lo inicialmente previsto por el conflicto y el encarecimiento energético. En las últimas semanas, el litro de diésel y de gasolina ha rebasado los dos euros en varias gasolineras españolas, por lo que este incremento de precios explicaría la subida de las ventas de combustible en términos económicos.
Según los datos del Boletín petrolero de la Unión Europea (UE) publicado este jueves, durante la última semana la gasolina se encareció un 9,9% y el gasóleo lo hizo un 15%. Los datos correspondientes a España, que recogen la información de más de 11.400 estaciones de servicio, muestran que la gasolina tuvo entre el 8 y el 14 de marzo un precio medio de 1,844 euros/litro y el diésel, de 1,817 euros/litro. Ambos carburantes se sitúan en máximos históricos, la gasolina es un 21,1% más cara que en su último precio récord y el gasóleo, un 25,7% más. La guerra también ha elevado la cotización del barril de Brent, que marcó los 127 dólares por barril a cierre del pasado 8 de marzo, el mismo día que tanto Estados Unidos como el Reino Unido anunciaron que dejaban de comprar petróleo a Rusia. No obstante, el precio ha ido bajando, en mitad de las negociaciones entre el Kremlin y el gobierno ucraniano y con la esperanza del mercado de un acuerdo de paz.
Pese a la moderación del petróleo, teniendo en cuenta los incrementos de los precios de los carburantes y que en marzo del pasado año todavía había restricciones a la movilidad entre comunidades autónomas, es de esperar que las ventas también aumenten este mes con respecto a marzo de 2021. Fuentes de la Agencia Tributaria añaden que los datos sobre ventas de combustibles en gasolineras hacen referencia al 63,2% del total de ventas de ese ámbito y al 10% de las empresas del sector. La estadística recoge la evolución diaria de las empresas incluidas en el sistema de suministro inmediato de información, es decir, aquellas con un volumen de operaciones superior a los 6 millones de euros, los grupos de IVA y las acogidas al registro de devolución mensual del IVA.
Este incremento en las ventas tiene consecuencias directas sobre la recaudación del impuesto sobre el valor añadido (IVA), del 21% para los carburantes. Aunque todavía no se han publicado los datos correspondientes a los ingresos tributarios de enero y febrero, el director general de la AEAT, Jesús Gascón, anticipó este jueves que el arranque del año "probablemente ha sido bueno". Si se tienen en cuenta los datos de ventas del resto de los sectores, a los que también se está trasladando la inflación, se observa un incremento del 29,9% en términos interanuales entre el periodo del 2 de febrero al 1 de marzo. El transporte, el almacenamiento y el comercio al por mayor han impulsado la tasa, sectores, sobre todo el del transporte, que repercute también en las ventas de combustible.
Revisión de los impuestos
El encarecimiento de los carburantes, así como de la electricidad y del gas, ha abierto el debate sobre los beneficiados de que la energía sea más cara. La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha planteado que las grandes compañías contribuyan con sus beneficios a financiar medidas que amortigüen el impacto económico que sufren los consumidores. Díaz se refirió en concreto a Iberdrola, Endesa y Naturgy y justificó que "han incrementado del 2020 a 2021 un 47% sus beneficios antes de impuestos". "Creo que tienen que contribuir en esta crisis", añadió en una entrevista en RNE.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, planteó una revisión a la baja de la fiscalidad de los carburantes, pero solo 48 horas después se preguntaba "¿De qué sirve bajar la fiscalidad si el mercado sigue con su ritmo?". La bajada del IVA de la gasolina y el gasóleo tendría un impacto significativo en las arcas públicas, de hasta 3.900 millones si se decide reducirlo del 21 al 10%. Además, el Gobierno debería consultar a la Comisión Europea esta decisión porque los carburantes no se incluyen en el grupo de productos a los que se puede aplicar un tipo reducido.
La asociación española de fabricantes de automóviles y camiones (ANFAC) calcula que los ingresos del IVA por consumo de carburantes alcanzaron los 7.487 millones de euros en 2019, un año antes, se situaron en los 7.380 millones y la cifra se redujo hasta los 5.619 millones en 2020. Los precios en máximos históricos de la gasolina y el diésel aventuran que la recaudación será mayor este año si el coste de los carburantes se mantiene elevado. El próximo 29 de marzo, el Gobierno aprobará el plan de choque con el que espera amortiguar el impacto que sufren los consumidores y, aunque no se han precisado, están sobre la mesa rebajas fiscales selectivas.
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