Según el Banco de España

El gasto extra en pensiones por el baby boom caerá el 40% con la mitad de paro

El artículo constata cómo en 2019 el gasto en pensiones español estaría por encima de la media simple de la UE y sería similar al promedio en relación a su PIB, teniendo en cuenta la disparidad entre países.

Pablo Hernández De Cos, gobernador del Banco de España
Pablo Hernández De Cos, gobernador del Banco de España
Europa Press

El gasto extra en pensiones al que habrá hacer frente las próximas décadas por la jubilación de la generación del 'baby boom' se reduciría un 40% si España lograse rebajar su tasa de paro al nivel que tienen de media sus vecinos europeos. Esto implicaría rebajarla prácticamente a la mitad, puesto que según los últimos datos publicados por Eurostat, la tasa de desempleo nacional se situó en el 12,4% en noviembre frente al mínimo histórico del 6,5% al que despidió de media en la Unión Europea. Esta es una de las conclusiones que se extrae del artículo 'El gasto en pensiones en España en comparativa europea', publicado este miércoles por el Banco de España en su Boletín Económico. 

El informe constata cómo en 2019 el gasto del sistema de pensiones español estaría por encima de la media simple de la Unión a Veintisiete y sería similar al promedio en relación a su PIB, teniendo en cuenta la enorme disparidad que existe entre países. En el último ejercicio antes de la pandemia de Covid, el tamaño del sistema de pensiones español en relación a su actividad económica estaría por debajo del de Grecia, Italia, Portugal, Francia, Austria y Finlandia, si bien sería similar o superior al del resto de los países que integran la UE. 

La información recogida por el Sistema Europeo de Estadísticas Integradas de Protección Social (SEEPROS, por su siglas en inglés), constata que el gasto en pensiones en España alcanzó el 12,7% del PIB en 2019, situándose por encima de la media simple de la UE (10,4%). Sin embargo, el gasto en pensiones de los países grandes del sur de Europa fue sustancialmente mayor, dado que en Grecia, Italia y Portugal superó el 15% de la economía ese mismo año. Otros tres países, Francia, Austria y Finlandia, presentaron también un gasto más elevado que el de España, y alcanzaron el 14,7%, el 14,1% y el 13,3% del PIB, respectivamente. 

La ratio de gasto en pensiones sobre el PIB fue menor en el resto de países. De hecho, el tamaño medio de las prestaciones en Bélgica, Dinamarca, Países Bajos, Alemania y Suecia alcanzó el 12% del PIB, mientras que en los países del este de Europa dicho tamaño se situó, en términos generales, por debajo del 10%. En términos del agregado de la UE (del promedio de la ratio de gasto en pensiones de cada país ponderado por su PIB), el tamaño del sistema de pensiones fue del 12,7% del PIB, un nivel similar al observado en España.

La tasa de empleo y el salario medio, nuestras desventajas

Con los datos hasta 2019, España presenta un menor envejecimiento de la población con respecto a la Unión Europea, una cobertura del sistema de pensiones más baja y una menor participación de los salarios en el PIB. El artículo apunta a que todos estos factores tienden a conducir a un menor gasto en pensiones. Por el contrario, "nuestra tasa de empleo relativamente reducida y una cuantía de las prestaciones en relación con el salario medio comparativamente elevada" impulsan el gasto en pensiones en España respecto al de nuestros socios europeos. 

El texto pone en evidencia la notable disparidad de los factores que determinan el gasto en pensiones de cada país. Así, Grecia o Italia, con un gasto más elevado, destacan por la cuantía de las prestaciones en relación con el salario medio, mientras que Francia (tercer país por volumen de gasto) sobresale por la elevada tasa de cobertura de su sistema. Por otra parte, los escenarios demográficos que proyecta Eurostat anticipan un incremento sustancial del envejecimiento de la población en el caso español durante las próximas décadas, ya sea en términos absolutos o en relación a otras economías europeas, lo que supondrá una notable presión al alza en nuestro gasto en pensiones.

El informe incide en que los datos y los resultados de la investigación se ciñen al año anterior al estallido de la pandemia, 2019, y cómo ésta ha generado desde entonces una considerable distorsión en la economía. Así, los cálculos no tienen en cuenta cambios como la reforma de las pensiones aprobada en 2021, como las medidas que incorporará su segunda parte (que se negocia actualmente) o como las disposiciones adicionales contempladas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido por el Gobierno de España a Bruselas. Tampoco contemplan la evolución demográfica y económica que moldeará el tamaño del sistema de pensiones en décadas venideras. Ambos cambios "pueden alterar de manera notable la comparación internacional de los determinantes del gasto en pensiones", sentencia el artículo.

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