A partir del 27 de julio 

Gazprom reduce otra vez el flujo de gas de Nord Stream 1 y pone en alerta a la UE

Las declaraciones de la compañía se producen el mismo día en que el Kremlin, a través del portavoz de la Presidencia del país, Dmitri Peskov, ha insistido en que Rusia "no está interesada" en cesar el suministro. 

La reducción de suministro de Gazprom a Minsk por las deudas abre un nuevo conflicto en torno al gas
Gazprom reduce otra vez el flujo de gas de Nord Stream 1 y pone en alerta a la UE. 

El gigante gasístico ruso Gazprom ha anunciado este lunes una nueva reducción de los suministros de gas a través del Nord Stream 1 a 33 millones de metros cúbicos diarios a partir del próximo 27 de julio. La empresa ha argumentado la necesidad de detener otra turbina debido a su estado técnico. "A partir de las 7.00 hora de Moscú (4.00 GMT) la productividad diaria de la estación de bombeo Portóvaya será de 33 millones de metros cúbicos diarios", ha informado la empresa en su canal de Telegram y recoge Efe. Las declaraciones de la compañía se producen el mismo día en que el Kremlin, a través del portavoz de la Presidencia del país, Dmitri Peskov, ha insistido en que Rusia "no está interesada" en el cese de los suministros a Europa. 

Así, el gigante gasístico ha anunciado que reducirá a la mitad del flujo actual, que ya era de un 40% de su capacidad, el suministro por el Nord Stream 1, una situación que pone en alerta máxima a la Unión Europea. La Comisión presentó la pasada semana una plan para reducir el consumo del gas un 15% ante los temores de que Gazprom y por ende Rusia bombearan menos gas a pesar de reanudarse el servicio el pasado 21 de julio. La gasista siempre ha achacado esta reducción en el suministro a los problemas derivados de las sanciones por la invasión de Ucrania y el retraso en la devolución de una de sus turbinas Siemens, la cual fue enviada para su revisión técnica a Canadá, donde fue bloqueada. 

Gazprom ya ha advertido de la situación sobre la turbina en la mañana del lunes, después de haber estudiado "documentos insuficientes remitidos por las autoridades de Canadá". La firma rusa ha señalado en un comunicado  que "no se eliminan los riesgos y se generan preguntas adicionales" respecto a las sanciones impuestas tanto por la UE como por Reino Unido y en particular las relacionadas con la reparación futura de otras turbinas. "Las sanciones son importantes para el suministro del motor a Rusia y las reparaciones capitales de otras turbinas para la estación de bombeo de Portóvaya", ha señalado la gasista. 

Europa, tras observar los últimos movimientos de Putin y Gazprom, ponía en marcha esta semana el Plan Europeo de Reducción de Demanda de Gas. Con esta estrategia busca prepararse para un posible corte total del suministro de gas ruso. La Comisión Europea propuso a los Veintisiete la reducción de un 15% en el consumo de forma voluntaria hasta la próxima primavera, es decir, desde agosto de este año hasta marzo de 2023. Sin embargo, Bruselas pretende imponer la restricción de manera obligatoria en caso de alerta de seguridad, todo ello, previa consulta con los estados miembro. La propuesta europea implica afectar a administraciones públicas, hogares, propietarios de edificios públicos, proveedores de energía y la industria en general.

Un corte total reduciría el PIB de la eurozona hasta un 1%

Además, el Ejecutivo comunitario planteaba asegurar el suministro a familias, hospitales y otras industrias críticas para el funcionamiento de la economía y para la competitividad de la UE. Y es que Bruselas ha estimado que el PIB de la UE caerá entre el 0,6% y el 1% si Rusia interrumpe por completo el suministro de gas. Sin embargo, también consideró que si se emprendían acciones "tempranas para rebajar la demanda", la reducción del crecimiento europeo podría suavizarse hasta el 0,4%, según los propios cálculos de la Comisión.  Bruselas recalcó que estas estimaciones son válidas para un invierno de temperaturas medias y advierte de que una temporada más fría de lo previsto incrementaría el coste de retrasar las medidas y podría suponer un impacto medio en el PIB de la UE de entre el 0,9 y el 1,5%, particularmente para los Estados miembros más expuestos a los cortes. "La energía ahorrada en verano es energía disponible para el invierno", insistió Bruselas en un comunicado, en el que apostillaba que es prioritario "actuar ahora" antes que tener que hacerlo de manera no planificada ante una situación de crisis en otoño e invierno. 

Un plan que no convence a España 

Las reacciones por parte del Gobierno de España ante el plan europeo no se hicieron esperar. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, invitaba al vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans y a la comisaria de Energía de la UE, Kadri Simson, a abordar un posible recorte en el consumo de gas de los países que tienen mayor exposición a Rusia desde un debate "constructivo y activo", con el objetivo de intercambiar propuestas que "permitan articular un diálogo solidario y una respuesta eficaz". "Los españoles no han vivido por encima de sus posibilidades en materia energética", defendió Ribera. "España comparte la necesidad de una respuesta coordinada basada en los principios de unidad, solidaridad, eficiencia, proporcionalidad y eficiencia", aseguró la propia ministra en una carta remitida a Bruselas. 

Berlín: "No hay razones técnicas para una reducción de los envíos"

El Gobierno está dispuesto a pelear contra con la estrategia europea, ya que España puede multiplicar su exportación de gas a los países que los necesiten. La media histórica mensual de gas traspasada al otro lado de los Pirineos es de dos teravarios hora (TWh) y España podría pasar a exportar 6,7 sin inversiones adicionales. Sería a través de varias vías: los tubos que conectan con Francia o los barcos. Las regasificadoras están listas para exprimir su funcionamiento y el puerto del Musel, a punto de empezar a operar. Solo falta que Bruselas y otros países lo vean igual y se consiga esta especie de 'excepción solidaria' antes de que el reglamento entre en funcionamiento el 1 de agosto, según adelantaba este lunes La Información. Y es que, España lleva años invirtiendo en regasificación, con ocho plantas en la costa que permiten al Gobierno encarar la crisis energética con otras perspectivas distintas que, por ejemplo, Alemania. 

Berlín ya ha reaccionado al anuncio de Gazprom de reducir el suministro: "Hemos tomado nota del anuncio. Observamos la situación muy de cerca en estrecho contacto con la Agencia Federal de Redes y el equipo de crisis del gas", según ha señalado en un comunicado el Ministerio alemán de Economía y Protección del Clima. Según las informaciones del ejecutivo alemán, "no existen razones técnicas para una reducción de los envíos".  "Se han cumplido los requisitos de aprobación de sanciones para la entrega de la turbina en cuestión. Canadá ha concedido la exención exigida por la legislación canadiense. De acuerdo con la ley de sanciones de la UE, no se requiere exención", ha sentenciado el gobierno germano. Europa mira fijamente a Rusia y teme un nuevo golpe que cierre de forma total el suministro y ponga en jaque a los países más dependientes del gas que controla Putin. 

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