Generalitat se planteará prohibir la siega al mediodía si hay nueva ola calor

  • La Generalitat se planteará prohibir la siega entre las 13.00 y las 17.00 horas del día si a lo largo de este verano se da otra ola de calor como la de esta semana y el riesgo de incendio se dispara hasta niveles muy altos, según ha anunciado hoy el conseller de Interior, Felip Puig.

Barcelona, 29 jul.- La Generalitat se planteará prohibir la siega entre las 13.00 y las 17.00 horas del día si a lo largo de este verano se da otra ola de calor como la de esta semana y el riesgo de incendio se dispara hasta niveles muy altos, según ha anunciado hoy el conseller de Interior, Felip Puig.

En declaraciones a los periodistas tras presidir una reunión extraordinaria del consejo asesor del plan contra incendios Infocat, Puig ha anunciado además que, de cara al próximo verano, la Generalitat estudiará obligar a los agricultores a incorporar un tanque con 150 litros de agua en sus maquinarias para la siega, para poder intervenir de urgencia si se origina un incendio accidentalmente.

La siega, que los agricultores llevan a cabo especialmente durante los meses de junio y julio, es causa de incendios ya que máquinas muy pesadas recorren campos con vegetación muy seca, por lo que, al mínimo contacto entre la máquina y alguna piedra, saltan chispas que pueden originar fácilmente un incendio.

Ante esta situación, Puig ha explicado que si este verano se da otra ola de calor como la de esta semana y coincide con el nivel 2 de alerta alfa por incendio forestal (por riesgo muy alto) el consejo asesor se volverá a reunir para decidir si, en las comarcas afectadas, limitan la siega y la prohíben entre las 13.00 y las 17.00 horas, la franja de mayor calor y riesgo de incendio.

La Generalitat también emitirá cada día, durante los meses de julio y agosto, recomendaciones sobre en qué franjas horarias y territorios es mejor o peor llevar a cabo trabajos agrícolas, en función de los mapas de riesgo.

El conseller de Interior también ha reconocido que los bosques catalanes se encuentran en una situación complicada de riesgo de incendio, por la acumulación de combustible, aunque ha afirmado que de una forma parecida al entorno mediterráneo.

Puig ha alegado como uno de los motivos de la acumulación de madera en los bosques que la explotación de la madera todavía tiene una baja rentabilidad económica.

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