El histórico fabricante de automovilistas, General Motors, se enfrenta a una multa histórica después de que las autoridades hayan detectado un fallo en los sistemas de ignición que han podido provocar más de un centenar de muertes. El problema habría afectado a más de 2'6 millones de vehículos y provocaba aceleraciones involuntarias en los coches.
De acuerdo a las conclusiones de las investigaciones, la compañía podría ocultado este defecto durante años y no habría hecho nada para resolverlo. Según informa el periódico The New York Times, General Motors estaría negociando un acuerdo para pagar una multa récord, que podría superar los 1.200 millones de dólares.
La compañía ya aceptó el año pasado una multa de 35 millones de dólares y ha gastado miles de millones en tratar de resolver este defecto. Pero se enfrenta a demandas individuales de miles de afectados. La empresa responsabilizó a varios empleados de haber ocultado este defecto.
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