El Gobierno admite un desvío millonario en la factura de las prestaciones del paro

GASTO PARO
GASTO PARO

El Gobierno en funciones admite un desvío millonario en la factura de las prestaciones por desempleo. A menos de un mes de que acabe el año, desde el área financiera del Ministerio de Trabajo reconocen a La Información que el Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe) se va a gastar en los parados más de lo inicialmente previsto para este ejercicio. Según los cálculos elaborados por varios expertos en base a la evolución más reciente de la ejecución presupuestaria, el desembolso total de esta partida rondará los 18.400 millones de euros en 2019, lo que supone un desfase de unos 1.000 millones sobre el presupuesto inicial.

"Es cierto que el gasto en prestaciones de desempleo será superior a los 17.410 millones del presupuesto inicial", trasladan fuentes del Ministerio. El trasfondo de esta desviación es que el Gobierno de Pedro Sánchez está trabajando con los Presupuestos que elaboró el equipo del anterior Ejecutivo de Mariano Rajoy para 2018 y, pese a la prórroga, los socialistas han aprobado varias medidas por la vía del real decreto en los bautizados como 'viernes sociales' que suponen un incremento del gasto que hace insuficiente la partida presupuestaria asignada para este fin.

En concreto, en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018 se contemplaba un gasto en prestaciones para los parados de 17.410 millones de euros. "En 2019 ya se consideraba que el gasto por prestaciones iba a ser superior al de 2018, por eso en el Proyecto de PGE (que finalmente no se aprobó) constaba una cifra de 18.101 millones de euros, esto es, 691 millones de euros más que el presupuesto inicial de 2018", matizan las mismas fuentes. 

Esto significa que cuando elaboraron su proyecto de Presupuestos, que pactaron con Unidas Podemos, los socialistas ya sabían que necesitarían más dinero que el dispuesto el año anterior para dar cobertura a los desempleados. Y ello a pesar de que en sus previsiones macroeconómicas contaban con un descenso de la tasa de paro hasta el 14%. El motivo es que, en paralelo, el Consejo de Ministros dio luz verde a una serie de medidas de protección a los parados que tendrían un impacto en el gasto, sin embargo, mientras estos reales decretos entraron en vigor de manera automática, el proyecto presupuestario fue tumbado por el Congreso.

Entre las medidas destaca el aumento de la cobertura a los desempleados más mayores con la recuperación del subsidio en los términos anteriores a 2011, rebajando la edad de acceso desde los 55 hasta los 52 años. "El gasto estimado por esta medida rondaba los 1.300 millones de euros, si bien se consideró que habría una entrada paulatina del total de potenciales beneficiarios en un período de 4 años", recuerdan desde el departamento que dirige en funciones Magdalena Valerio. 

Por otro lado, la subida de un 22,3% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), hasta los 900 euros mensuales, también ha impulsado el gasto, elevando las bases de cotización, de manera que los trabajadores afectados han aumentado su aportación a la Seguridad Social y, en consecuencia, su protección por desempleo. Asimismo, de manera similar a lo sucedido en los años 90, desde que finalizó la crisis económica se está incrementando el desembolso en prestaciones contributivas (la media alcanzó los 894,5 euros en octubre, 56,2 euros más que hace un año, según los últimos datos del Sepe).

La nómina, disparada

Todo esto, unido al enfriamiento de la economía en general y del mercado laboral, ha desbordado la factura mensual del Sepe que, por cierto, ya cubre al 62,4% de los parados. En octubre se alcanzaron los 1.879.345 beneficiarios de prestaciones por desempleo, un 7% más que en el mismo mes del año anterior. Y el importe de la nómina mensual se disparó un 14,5% interanual, hasta los 1.639 millones de euros.

En lo que va de año, con datos hasta el décimo mes, el servicio público de empleo se ha gastado 15.285 millones de euros, casi el 90% del presupuesto total, con un aumento del gasto ejecutado del 5,5% respecto al mismo periodo de 2018. Estimando un gasto de unos 1.600/1.500 millones de euros en los dos meses que quedan para cerrar el ejercicio, el montante total destinado a pagar prestaciones y subsidios de paro este año rondará los 18.400 millones de euros (1.000 más de lo previsto y por encima de lo gastado en 2018). Será la primera vez que esta partida crezca en los últimos seis años.

La mayor factura de la crisis

El gasto volverá a crecer tras seis años a la baja

En lo peor de la crisis, en el año 2010, el gasto en prestaciones por desempleo superó los 34.000 millones de euros, duplicando las cantidades abonadas en años de bonanza económica (en 2007 fueron 17.000 millones). Desde 2012 este desembolso ha disminuido en todos los ejercicios, por lo que esta va a ser la primera vez que repunte la factura del paro desde hace seis años. 

Todo dependerá del desempeño del mercado laboral en la campaña de Navidad. De momento, ya se conoce que el paro subió en noviembre en más de 20.500 personas y se destruyeron 53.114 empleos. De cualquier manera, el Ejecutivo cuenta ya con este desfase y buscará los mecanismos para inyectar liquidez al Sepe. A priori, según desvelan fuentes de Trabajo, se están planteando financiar las necesidades que surjan con el presupuesto de ingresos. Esto es, por ahora descartan la financiación externa. Según sus previsiones, alcanzará un superávit de unos 1.200 millones de euros este año gracias al incremento de las cotizaciones sociales derivado tanto del aumento del empleo como del SMI.

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