La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha cuantificado de forma muy clara el dinero que el Gobierno pretende recaudar mediante la subida de impuestos para poder cumplir con la senda de déficit que se ha marcado, si finalmente logra aprobarla en el Congreso. Calviño estima que serán necesarios unos 6.000 millones más de recaudación, que saldrán principalmente del aumento del Impuesto de Sociedades y del IRPF a las rentas más altas. Según las explicaciones de la ministra de Economía en el programa Espejo Público, pese a lo que se pueda pensar de las negociaciones abiertas con Podemos, de lo que se trata es de hacer una reforma global e integral de los impuestos, con la vista puesta en el ajuste estructural que nuestra economía necesita para mantener la confianza de los inversores, y que marca una senda de recorte del déficit del 0,.4% del PIB, algo que equivale a la cantidad en la que se pretenden subir los impuestos.
Calviño garantizó que el Impuesto sobre la Renta solo se elevará alas rentas de más de 140.000 o 150.000 euros al año, que son muy altas y pagan menos tributos de los que debieran. Y en cuanto a Sociedades, la subida servirá para equilibra un poco la brecha de ocho puntos que hay en la presión fiscal de España comparada con el entorno europeo. “No quiere eso decir que tengamos que igualarla, pero desde el 38% de presión fiscal de España hay margen para actuar”.
Sin entrar a evaluar lo que se haga con las sicav o las socimis de forma concreta, la titular de Economía explicó que, de forma general, la subida de tributos se va a centrar sobre todo en dos ejes: por un lado, gravar todas aquellas actividades nuevas que hace diez años no existían y que son hechos imponibles “claros”, como ocurre con las empresas tecnológicas y las plataformas digitales. Y por otro lado, en hacer un impuesto más progresivo, y que las rentas altas y las grandes empresas paguen lo que deben.
Como responsable presupuestaria de la Comisión Europea en su etapa anterior, Nadia Calviño vivió en primera persona el ajuste del sector financiero español y se mostró a favor de “maximizar” el dinero que se va recuperando de todo lo que nos costó ese rescate a la banca. La estimación de la ministra es que fue de unos 41.000 millones, que sobre todo incrementaron la Deuda Pública y que ahora todos los contribuyentes pagamos en gastos financieros, por lo tanto, lo que hay que hacer es reducir esa deuda a medida que se recupere parte de lo invertido. En ese contexto, Calviño se mostró en contra de privatizar ahora Bankia, sobre todo porque sería un mal negocio dado el bajo precio al que está la acción. “La perdida neta de la crisis debe ser lo más pequeña posible”, señaló.
Balance de los 100 días
A pesar de las dimisiones de ministros y de la polémica sobre los másteres y la tesis del presidente, Nadia Calviño se mostró muy satisfecha con el balance del Gobierno en sus primeros 100 días, algo que va a analizar este mismo lunes el presidente Sánchez en un acto con grandes empresarios y líderes de la sociedad civil. “Hemos cambiado la dinámica de este país, y todo en un contexto de disciplina presupuestaria”, aseguró.
Calviño reiteró su mensaje de que el crecimiento es robusto, aunque tienda a la baja, y centró toda su preocupación en mantener la confianza de los inversores foráneos en la economía española, como se ve en las subasta de deuda. “El compromiso con la disciplina presupuestaria es muy claro, y eso es lo que cala. Lo fundamental es crecer lo más posible, pero que eso se reparta entre todos”, dijo.
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