Reforma de las pensiones

El Gobierno francés insiste en que retrasar la jubilación es "innegociable"

La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, se mostró inflexible sobre los ejes principales de la reforma de las pensiones que empezará a ser examinada en la Asamblea Nacional a partir del 6 de febrero.

La primera ministra de Francia, Elisabeth Borne
La primera ministra de Francia, Elisabeth Borne
DPA vía Europa Press

A escasas horas de una nueva protesta convocada por los sindicatos para este martes, el Gobierno francés se mantiene inamovible en su reforma de las pensiones. La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, ha insistido en que el retraso de la edad mínima de jubilación y el aumento anticipado a 43 años del periodo de cotización para tener la pensión completa son ya algo innegociable, a pesar del gran descontento que remarca el país galo y las protestas sociales que recorren las calles de todo el territorio francés.

"No, eso ya no es negociable", respondió tajante Borne en una entrevista publicada este domingo por la emisora France Info, porque "es necesario para asegurar el equilibrio del sistema". La segunda protesta prevista el próximo 31 de enero, la primera ministra se mostró inflexible sobre los ejes principales de la iniciativa, que empezará a ser examinada en la Asamblea Nacional a partir del 6 de febrero.

Borne también recalcó, frente al descontento y las críticas que suscita la reforma, que el Gobierno ha oído "muchas inexactitudes" e informaciones falsas. En concreto, rechazó que los cambios vayan a perjudicar especialmente a las francesas (más afectadas por las interrupciones de carrera) y reivindicó que "dos tercios" de los jubilados que se van a beneficiar de una revalorización por la subida de las pensiones mínimas son precisamente mujeres.

También recordó que el tope de los 67 años para disfrutar de la pensión completa -independientemente de los años cotizados- es un parámetro que el Gobierno no prevé cambiar.

La reforma impulsada por el Gobierno de Emmanuel Macron contempla como ejes principales el aumento de 62 a 64 años para 2030 de la edad mínima de jubilación y el adelanto a 2027 de la subida de 42 a 43 años de cotización para poder disfrutar de una pensión completa (hasta ahora previsto para 2035). También propone acabar con los regímenes especiales de jubilación, más ventajosos que el del sistema general y utilizados en muchas ocasiones por empresas del sector público, como la eléctrica estatal EDF.

La opinión pública francesa está mayoritariamente contra la reforma y esa opinión se ha ido reforzando en los últimos días. El instituto demoscópico Elabe publicó esta semana una nueva encuesta, según la cual se opone a ella un 72% de los preguntados, seis puntos más que hace una semana.

Mostrar comentarios