El Gobierno da por roto el diálogo con la Generalitat y filtra el pacto que le ofreció

  • Moncloa traslada la presión a los independentistas y pide la aprobación de los Presupuestos: "Será muy difícil explicárselo a los españoles".
El Gobierno da por roto el diálogo con la Generalitat y filtra el pacto que le ofreció
El Gobierno da por roto el diálogo con la Generalitat y filtra el pacto que le ofreció

El Gobierno da por muerta la vía de diálogo con Cataluña y para evidenciarlo ha filtrado este viernes el documento que presentó a la Generalitat de Cataluña para encauzar esa negociación y en el que se recogía la figura del polémico relator. La vicepresidenta Carmen Calvo, en un nuevo ejercicio de pedagogía tras una semana de infarto para el Ejecutivo de Pedro Sánchez, ha explicado que se trata de un texto que Moncloa elevó al Govern y que los independentistas catalanes han rechazado. Ahora todas las fuerzas se centrarán en aprobar los Presupuestos la próxima semana.

Calvo ha anunciado que, a partir de ahora, el Gobierno va a intentar aprobar las cuentas públicas en las que Sánchez se juega su futuro: o PGE o la legislatura corre serio peligro. El límite finaliza el día 13, fecha de la votación de las enmiendas a la totalidad. Por eso la vicepresidenta ha avisado a los independentistas: "Será muy difícil explicar a los españoles por qué no quieren que sobre una senda de gasto del 1,3% se pueda seguir haciendo esfuerzos de mejora y progreso".

"El trazado que hemos hecho no es aceptado por los partidos independentistas". Así ha explicado Calvo la ruptura de las conversaciones con la Generalitat y que llega mes y medio después de la Declaración de Pedralbes. El Gobierno de Sánchez lo ha intentado pero, de momento, no ha sido posible avanzar en el documento en el que se recogían los "términos estrictos de las posibilidades reales" de dialogar con el Govern de Quim Torra.

El documento Moncloa-Govern

En un breve texto de tres páginas, Moncloa ofreció al Govern cuatro objetivos: un "diálogo efectivo", "respuestas políticas", "amplio apoyo" y "respuesta democrática en el marco de la seguridad jurídica". Para ello se establecía un doble foro de conversaciones. Por un lado, un espacio institucional entre el Gobierno central y el catalán a través de la Comisión Bilateral. Y, por otro, una Mesa de Partidos "con capacidad de decisión en los dos ámbitos territoriales (estatal y catalán) de cada uno de los partidos políticos con representación en Cataluña".

En esa Mesa participaría el polémico relator, "una persona que será quien facilite la coordinación de los trabajos, las convocatorias y fije el orden del día. Del mismo modo ayudaría a crear las condiciones idóneas para el diálogo, daría fe de los acuerdos alcanzados y determinaría el seguimiento de su aplicación". Antes de febrero se debería haber definido la fecha de constitución de la Mesa, el programa y el calendario de trabajo, así como el nombre de ese relator.

En la Bilateral, Moncloa ofreció que sus funciones fueran "hacer un diagnóstico de la evolución del conflicto en Cataluña, consolidar los espacios de trabajo institucionales existentes y hacer propuestas sobre el futuro de las relaciones institucionales entre el Gobierno central y la Generalitat". En este órgano el Gobierno central estaría representado por los secretarios de Estado de Relaciones con las Cortes, José Antonio Montilla, y el de Política Territorial, Ignacio Sánchez Amor. La Generalitat, por su parte, contaría con un representante de Presidencia y el secretario general de la consejería que dirige Pere Aragonès.

Bloqueadas todas las vías de negociación

Calvo ha explicado que "desde hace ocho meses el Gobierno [de Sánchez] interpretó bien una posición mayoritaria de la sociedad española: encontrar convivencia por una vía dialogada y legal para resolver la situación en Cataluña". Se ha referido a la propuesta de poner en marcha una Comisión en el Congreso para hablar de la estructura territorial, pero ha afirmado que el bloqueo de PP y Cs ha acabado con cualquier avance. 

Otro mensaje que ha transmitido la número dos del Ejecutivo es que el documento filtrado es el límite al que podría llegar: "El Gobierno se conduce por un mandato de la sociedad de convivencia y diálogo en Cataluña", ha insistido Calvo recordando que "con responsabilidad, en el marco de la ley, hemos abordado el diálogo".

Mostrar comentarios