La financiación del Plan de Recuperación

Ábalos tirará del ICO para atraer 7.000 millones privados al 'España Puede'

Su ministerio estudia cómo implicar a la banca pública en la financiación de las zonas de bajas emisiones, las actuaciones de rehabilitación de vivienda y la intermodalidad ferrocarril-carretera

La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en una jornada con inversores.
La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en una jornada con inversores.
Spain Investors Day

El Ministerio de Transportes de José Luis Ábalos tiene la intención de apoyarse en el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para garantizar financiación a algunos de los proyectos más emblemáticos de su Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para cuyo desarrollo no será suficiente con los recursos proporcionados por la Comisión Europea. En concreto, el Ministerio está analizando el papel que puede desempeñar la banca pública a la hora de atraer recursos ajenos a tres proyectos concretos, el desarrollo de zonas de bajas emisiones (ZBE) en las principales ciudades de España, el plan de rehabilitación de viviendas y el proyecto para desarrollar terminales intermodales ferrocarril-carretera, que según el plan diseñado por el Gobierno necesitarán más de 7.000 millones de euros de financiación privada para cumplir sus objetivos.

La información sobre estos proyectos proporcionada por el Ejecutivo desvela el interés del Gobierno por involucrar a la banca pública en la financiación de estos planes, que según el Plan de Recuperación sólo podrán ser financiados en parte con fondos europeos y necesitarán por tanto de la suplementación de otros agentes para poder llegar a buen puerto, aunque la solución concreta que se podrá dar en cada caso aún está siendo negociada por el ICO con los ministerios implicados.

Es el caso, por ejemplo, del proyecto para habilitar zonas de bajas emisiones en todas las capitales de provincia y ciudades de más de 50.000 habitantes y desarrollar en paralelo un nuevo esquema de transporte urbano y metropolitano, que se enmarca en el denominado 'componente 1' del Plan de Recuperación remitido por el Gobierno a la Comisión Europea y que pasa por ser el plan estrella de España en materia de movilidad sostenible, con una dotación de 2.916 millones de euros, equivalente al 44% de todos los fondos destinados a esta política concreta.

El Gobierno admite que las inversiones en infraestructuras y las subvenciones a formas de movilidad más sostenible previstas en el marco del desarrollo de este programa, que aspira a reducir en un 35% el tráfico privado en las grandes ciudades, necesitarán de un apoyo financiero externo de 2.800 millones de euros, a sumar a los 2.916 millones de fondos europeos orientados a esta política. En orden a conseguir estos recursos se está analizando la compatibilidad de los fondos europeos recibidos con los créditos del Banco Europeo de Inversiones y del Instituto de Crédito Oficial para determinar si se podría acudir a esas vías de financiación sin incurrir en ayudas de Estado.

Otro de los 'programas estrella' para los que el Gobierno pretende contar con el ICO es el plan de rehabilitación de edificios. El llamado componente dos del Plan de Recuperación prevé un puñado de actuaciones orientadas a la rehabilitación del envejecido parque inmobiliario español - el 85% del cual tiene un elevado gasto energético - y a acciones de regeneración urbana para las que se han reservado 6.820 millones de euros de los fondos europeos, pero para las que también se quieren movilizar más de 4.500 millones de euros de otras fuentes de financiación privadas.

Una de las líneas de este programa es la mejora de la financiación de actuaciones de rehabilitación mediante la que se quiere estimular la 'financiación verde' de las entidades financieras, impulsar los cambios legales necesarios para facilitar la inversión de las comunidades de vecinos en actuaciones de rehabilitación y también facilitar la financiación privada hacia este tipo de intervenciones en el parque inmobiliario. Para ello la intención del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana es promover la creación de una nueva línea de avales del ICO orientada en exclusiva a dar cobertura parcialmente la financiación concedida por entidades financieras a actuaciones de rehabilitación de vivienda, como un cauce para animar la concesión de créditos por parte de los bancos a este tipo de actuaciones que según el departamento de Ábalos tienen en la falta de financiación bancaria su principal déficit. 

El Gobierno confía en este plan no sólo para reducir de forma significativa el consumo energético de las viviendas - el objetivo es reducir un 40% el gasto energético procedente de fuentes no renovables para cumplir con nuestros compromisos de reducción de emisiones con Europa - sino también para dar un fuerte impulso a la actividad económica y a la creación de empleo. Hasta 180.000 puestos de trabajo se pretenden movilizar

El tercer ámbito de actuación para el que el departamento de José Luis Ábalos espera contar con el respaldo financiero del ICO es el componente seis sobre 'Movilidad sostenible, segura y conectada' y concretamente para la financiación de los planes de mejora de cargaderos y terminales intermodales ferrocarril-carretera, que incluye la habilitación y adecuación de las conexiones por carretera hacia esas terminales. Se trata de un plan más modesto que los anteriores, al que el Gobierno ha decidido destinar 195 millones de euros, principalmente porque se espera que sean los actores privados los que promuevan las actuaciones. 

Los 195 millones de euros dispuestos por el Gobierno servirán para cubrir hasta el 40% del coste de los proyectos que se pongan sobre la mesa y que el Plan de Recuperación acceda a financiar y la idea que tiene el Ministerio de Transportes es habilitar líneas de financiación a través del ICO para facilitar respaldo financiero a las empresas, públicas o privadas, o consorcios que decidan impulsar alguna infraestructura de este tipo. El programa financiará nuevas construcciones, obras de reforma y modernización y también actuaciones para adaptar infraestructuras al ancho de vía internacional, lo que será especialmente útil para los grandes corredores ferroviarios ibéricos: el Mediterráneo y el Atlántico.

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