El Gobierno redobla la ofensiva para que patronal y sindicatos lleguen a un pacto

Calviño asegura que el Ejecutivo seguirá trabajando para evitar "una situación de riesgo" para las familias con hipotecas ante el posible impacto por la subida de los tipos oficiales puesta en marcha por el BCE

Nadia Calviño
Nadia Calviño, vicepresidenta primera
Agencia EFE

El Gobierno redobla los esfuerzos para que sindicatos y empresarios alcancen un acuerdo salarial con el que evitar que la crisis energética agravada por la guerra en Ucrania acabe provocando una espiral de precios en España. La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha dejado claro este jueves que el Ejecutivo trabajará con los agentes sociales para alcanzar ese pacto de rentas. Lo ha hecho ante un auditorio en el que estaba presente, entre otros, el líder de CCOO, Unai Sordo, quien en declaraciones a los medios ha aprovechado para reclamar al Ejecutivo que ponga "medidas encima de la mesa" para intentar avanzar en ese sentido. Entre ellas ha citado expresamente el alza del SMI, la activación de mecanismos de protección de empleo o más ayudas para proteger a rentas medias y bajas.

En un desayuno organizado por Forum Europa, la también ministra de Asuntos Económicos ha añadido que "por el Gobierno no va a quedar" y van "a ayudar" a alcanzar ese pacto, cuyo objetivo será la moderación de los salarios y de los márgenes empresariales para atajar la crisis provocada por el aumento de costes de la energía y la invasión rusa de Ucrania.

En su opinión, llegar a un acuerdo de este tipo es de "interés compartido". Se trata de evitar dinámicas como las que se produjeron con la crisis del petróleo de principios de los 70. Dinámicas, que terminan por agravar la situación económica y golpean con más fuerza a las personas más vulnerables. Así, ha puesto en valor la responsabilidad que sindicatos y empresarios han venido demostrando desde la pandemia y ha hecho hincapié en que su ministerio mantiene con ellos "un diálogo constructivo".

Fuentes del Departamento que encabeza Calviño confirmaban la pasada semana que el Ejecutivo trabaja con el Banco de España (BdE) -y con otras entidades que disponen de información- para contar con "datos puntuales por sectores" de la evolución de los márgenes empresariales de cara a alcanzar ese futuro pacto. "Es importante que a partir de ahora los márgenes se mantengan", precisaban entonces.

Calviño ha asegurado que el Ejecutivo seguirá trabajando para evitar "una situación de riesgo" para las familias con hipotecas, ante el posible impacto que pueda tener en su economía la subida de los tipos oficiales que el Banco Central Europeo (BCE) está aplicando para contener la inflación. Estos se sitúan en el 1,25%, su nivel más alto desde 2011, tras las alzas anunciadas en las reuniones de julio y septiembre, y han catapultado al Euribor (el principal índice al que están referenciados los préstamos a tipo variable) a máximos desde 2009. "Vamos a escuchar todas las ideas", ha apuntado la vicepresidenta, que apostaba por descartar medidas que en este momento puedan ser contraproducentes.

La 'número dos' del Gobierno ha recordado, además, que el 70% de las hipotecas que se firmaron en el último año fueron a tipo fijo. Y ha incidido en que familias y empresas se encuentran en una "situación mejor", puesto que en general han reducido su nivel de deuda, si bien ha reconocido que algunas están sometidas a una "mayor tensión". También en referencia al sector financiero, Calviño se ha pronunciado sobre el impuesto a la banca y el informe que el BCE está preparando al respecto. "Está claro que hay que asegurarse de que no tiene un efecto negativo desde el punto de vista de la estabilidad financiera", ha puntualizado, recordando que en el trámite parlamentario se pueden incluir mejoras. 

Esta misma semana, el vicepresidente de la entidad, Luis de Guindos, ha advertido a la banca de los problemas que generarse adoptando medidas cortoplacistas y ha recomendado al sector que miren a futuro. Sobre todo ante un momento "complejo" para la economía europea en el que habrá un crecimiento menor, una inflación "alta y persistente" y la incertidumbre de la guerra y sus efectos en el precio de la energía.

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