El Gobierno planea un tipo del 20% sobre el resultado contable de la gran empresa

  • Hacienda trabaja en una nueva infraestructura fiscal para obtener más ingresos y que se pueda garantizar un "Estado del bienestar de primera".
Pedro Sánchez comparece en Moncloa
Pedro Sánchez comparece en Moncloa
EFE
Pedro Sánchez comparece en Moncloa
Pedro Sánchez en su única comparecencia ante la prensa en Moncloa / EFE

El Gobierno está trabajando en una nueva arquitectura fiscal "de primera" para garantizar unos servicios sociales "de primera" y  el punto de mira está puesto en la tributación de las grandes empresas, principalmente las del Ibex 35, a través del Impuesto sobre Sociedades. El equipo económico de Pedro Sánchez, liderado en esta cuestión por la ministra de Hacienda María Jesús Montero, está echando cuentas para conseguir incrementar los ingresos y los recursos para financiar las pensiones, la sanidad, la educación... y poder hacer frente a otros gastos a los que se quiere comprometer el nuevo Ejecutivo, como la sanidad universal o la eliminación del copago farmacéutico. 

El Ejecutivo está estudiando una subida notable de uno de los impuestos centrales en el sistema tributario español, el que grava los beneficios de las empresas, para situarlo en un tipo efectivo mínimo de entre el 18% y el 20% a los grandes grupos consolidados, por encima incluso de lo que planteaban en sus presupuestos alternativos hace tres meses, cuando todavía estaban en la oposición, según aseguran fuentes gubernamentales consultadas por La Información. La clave es que Hacienda está trabajando en exigir esta tributación mínima sobre el resultado contable y no sobre la base imponible, como ocurre en este momento, lo que multiplicaría de forma significativa la recaudación. "Sociedades se va a subir sí o sí", añaden las mismas fuentes con contundencia.

El nuevo Ministerio de Hacienda está diseñando un Impuesto de Sociedades en el que desaparezcan todas las bonificaciones, deducciones o exenciones que existen a día de hoy y que permiten a algunas grandes compañías pagar menos tasas. "No tiene sentido que un taller de barrio pague un tipo de Sociedades más elevado que el Banco Santander", exponen de forma gráfica las fuentes consultadas. A falta de aclarar qué tipo de exenciones se eliminarían, esta decisión supone que las grandes empresas no van a poder descontarse de los beneficios de un año las pérdidas que sufrieron en ejercicios anteriores, como hacen en la actualidad, sobre todo para paliar los números rojos de la etapa de crisis. 

Aseguran en el Ejecutivo que su objetivo es poner fin a toda esa ingeniería fiscal que desarrollan las grandes compañías "con potentes equipos de abogados" para pagar menos impuestos. Es una actuación perfectamente legal, pero el Gobierno socialista quiere acabar con ella. "El empresario medio también tiene ganas de que se suban los impuestos a quienes más ganan", concluyen desde el equipo económico. En Hacienda confirman que esta medida se encuentra "en estudio".

Fuentes jurídicas consultadas que están al tanto de los cambios que prepara el Ministerio de Hacienda advierten que las ideas que se manejan supondrían un cambio radical en la estructura del tributo y chocarían frontalmente con las doble tributación de los dividendos instaurada a nivel internacional y, sobre todo, en el entorno de la UE. Hay que tener en cuenta que el 70% del beneficio que declaran los grandes grupos españoles se logra fuera de nuestras fronteras, con lo que un cambio de tal magnitud puede hacer que cada vez se declaren menos ganancias a tributar en España. 

Las cifras: Hacienda recaudaría el doble

Elevar el Impuesto sobre Sociedades a un tipo efectivo del 20% sobre el resultado contable supondría casi triplicar lo que se recauda en la actualidad. En concreto, teniendo en cuenta que el resultado contable declarado por los grandes grupos consolidados en el ejercicio de 2015 fue de 87.048 millones, las arcas públicas elevarían sus ingresos hasta 17.409 millones, frente a los 6.564 millones que se recaudaron ese mismo año (teniendo en cuenta la tributación por la base imponible).

Impuesto de Sociedades

En España el tipo general de Sociedades se encuentra en el 25%, pero las grandes compañías realizan todo tipo de "ajustes extracontables" (según denunció el equipo económico de Sánchez) para pagar menos. En los Presupuestos Alternativos que elaboró el PSOE hace apenas tres meses, los socialistas denunciaban que "los grupos económicos declaran resultados contables positivos por 96.000 millones de euros (Informe anual de recaudación tributaria, Agencia Tributaria), de los cuales, si se descuentan las operaciones exentas por estar sometidas a gravamen en el exterior, quedan 77.000 millones". Sin embargo, por esos "ajustes extracontables e incentivos, ingresan a la agencia española tan solo el 8,8%". El propio informe de la Agencia Tributaria sitúa esa cifra en el 7,5%.

En la Unión Europea, el Impuesto de Sociedades es del 22,9% de media. El objetivo del Gobierno de Sánchez sería, por tanto, ir avanzando hacia un gravamen efectivo en sintonía con los países de nuestro entorno. Francia, el único país que hasta hace unas semanas se encontraba inmerso en el procedimiento de déficit excesivo junto a España, subió el pasado año este tributo del 33,3% para todas las empresas al 38,3% para las que facturan entre 1.000 y 3.000 millones de euros y al 43,3% para las que ingresan más de 3.000 millones. Macron lo hizo de forma temporal. Hay que recordar que Bruselas hay intención de caminar hacia una armonización del Impuesto de Sociedades a nivel comunitario, pero que los intentos no están siendo satisfactorios hasta ahora.

Impuesto a las tecnológicas, elevar el diésel...

El Gobierno también tiene en estudio elevar otros impuestos y una decisión que se encuentra en estudio es equiparar la tributación del diésel a la de la gasolina. La nueva ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, trabaja en una política que impulse la fiscalidad verde, de forma que, según consideran en el Ejecutivo, "no tiene sentido subvencionar unos vehículos que contaminan más".

El impuesto comunitario a las tecnológicas y la anunciada tasa a la banca, que no ha gustado nada en las entidades financieras, son otras dos medidas fiscales que el Gobierno de Pedro Sánchez tiene en cartera en este momento. El equipo económico del Ejecutivo trabaja, en definitiva, en una nueva arquitectura impositiva que ayude a que el Estado a obtener más recursos: "Si yendo las cosas bien hemos tenido un 3% de déficit, en el momento en que se pongan mal no tenemos margen para nada", concluyen en el equipo económico. 

Todas las medidas, por cierto, se pondrían en marcha quedando menos de un año para las próximas elecciones municipales y autonómicas donde el PSOE de Sánchez se juega varios gobiernos importantes.

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