El Gobierno subirá un 3% las pensiones mínimas y las no contributivas en 2018

  • Montoro confía a Alberto Nadal la tarea de encajar los millonarios gastos ya comprometidos con el mayor ajuste en las cuentas del Estado desde 2012
Montoro, Méndez de Vigo y Escolano
Montoro, Méndez de Vigo y Escolano

"Hoy sí podemos hacerlo". Así introdujo el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, una de las medidas estrella de estos Presupuestos de 2018: la subida de las pensiones menos generosas del sistema, las mínimas, las no contributivas y las de viudedad. El Gobierno detalló al fin cómo se modularán estas subidas: las pensiones más bajas del sistema y las no contributivas subirán un 3%, las pensiones de viudedad experimentarán la subida de dos puntos en la base reguladora que se esperaba, del 52% al 54%; y también habrá subidas por encima del 0,25% inicialmente previsto para las pensiones que paguen una nómina mensual inferior a 1.200 euros. 

En concreto, Montoro ha detallado que las pensiones inferiores a 9.800 euros al año subirán un 1,5 % - frente al 0,25% previsto- y las que se tienen una nómina mensual de entre 9.800 y 12.040 euros al año se revalorizarán un 1 %. De este modo, el Ejecutivo actualizará por encima del 0,25% que marca la ley cerca de siete millones de pensiones, las más bajas del sistema, con un coste agregado para el Estado y la Seguridad Social que rondará los 1.000 millones de euros. El Ejecutivo precisó también que esa mejora se hará con efectos del pasado 1 de enero.

Esta medida de apoyo a los pensionistas se complementará con la rebaja del IRPF ya anunciada, que eximirá de la obligación de declarar a los contribuyentes - entre ellos, un millón de pensionistas- con bases imponibles de entre 12.000 y 14.000 euros y rebajará de forma progresiva la presión fiscal sobre los que se sitúen entre 14.000 y 18.000 euros. 

La rebaja fiscal pactada con Ciudadanos alcanzará a otros grupos de contribuyentes: habrá una deducción de 1.000 euros al año por gastos de guardería por niños menores de 3 años, otra de 1.200 euros anuales por persona con discapacidad a cargo y otra de 600 euros por hijo por encima de dos para familias numerosas.

"Éstos son los presupuestos de nuestros trabajadores, nuestros pensionistas, nuestras clases medias y nuestras administraciones territoriales", resumió el ministro de Hacienda, aglutinando los cuatro grandes ejes de política económica que el Gobierno ha querido asociar a este proyecto presupuestario: la rebaja del IRPF para las clases medias, la subida de las pensiones, la subida del sueldo a los funcionarios y la actualización de las cantidades que les corresponden a las comunidades autónomas por el actual sistema de financiación: 4.000 millones de euros más, según concretó el ministro. Detrás hay más, mucho más, pero lo iremos conociendo a partir del próximo martes.

Ante el aún incierto futuro del proyecto en su inminente tramitación parlamentaria -de momento solo cuenta con el apoyo expreso de Ciudadanos- el ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, apeló a la responsabilidad de los grupos políticos para permitir que el país cuente con unos Presupuestos este año 2018. "Tener Presupuestos es bueno para el país, es bueno para todos y no perjudica a nadie", subrayó, antes de glosar la responsabilidad demostrada por el Ejecutivo al llevar este proyecto al Congreso el próximo martes aún sin tener atados al 100% los respaldos necesarios para su tramitación con éxito.

Manguerazo de ingresos para cuadrar las cuentas

Pero antes de que eso ocurra al Gobierno le toca explicar su proyecto de Presupuestos, si sus cifras son veraces y si los supuestos sobre los que se construye lo soportarán con solvencia en el futuro. La parte más llamativa es la de los ingresos. Hacienda confía en generar 12.000 millones de euros más en nuevos ingresos durante 2018 a lomos de un crecimiento económico vigoroso...y probablemente de alguna que otra sorpresilla que se esconda en el proyecto presupuestario. El asunto es que esa generosa fuente de ingresos tributarios se conseguirá incluso a pesar de esos 2.000 millones de euros que restarán a la recaudación del IRPF las medidas acordadas con Ciudadanos para conseguir que su proyecto presupuestario se tramitara.

La clave del proyecto presupuestario de 2018 estará en su capacidad para absorber el impacto de las medidas ya comprometidas por el Gobierno, que implican reducción de ingresos e incrementos de gasto: la rebaja fiscal en el IRPF para más de tres millones de contribuyentes, la subida de las pensiones mínimas y de viudedad, el alza salarial de los funcionarios y la primera fase de la equiparación salarial de policías nacionales y guardias civiles con el resto de fuerzas de seguridad autonómicas. Una factura que ronda ya los 3.000 millones de euros, antes incluso de que haya abierto sus puertas el 'mercadillo' del trámite de enmiendas de los Presupuestos que suele saldarse asimismo con una factura millonaria.

El trabajo le ha correspondido al secretario de Estado de Presupuestos, Alberto Nadal, que ha tenido que encajar en el proyecto presupuestario esa 'factura extra' a sabiendas de que le correspondía abordar el mayor ajuste en las cuentas del Estado desde 2012, el año de los recortes por excelencia. Cerrado 2017 con un desequilibrio del 1,9% del PIB entres sus ingresos y sus gastos la senda de consolidación fiscal pactada con Bruselas obliga a la Administración del Estado a cerrar 2018 con un desfase del 0,7%, lo que implica un ajuste de unos 13.000 millones.

A favor de obra juega el dinamismo de la actividad económica que según las previsiones formuladas por el Gobierno el pasado mes de octubre reducirá el gasto en prestaciones sociales y aumentará los ingresos fiscales en una magnitud que se encargará de sustanciar dos terceras partes del ajuste previsto en 2018: ocho décimas sobre los 1,2 puntos en que se debe reducir el déficit del Estado...Claro, que por aquel entonces no se tenía en cuenta ni el acuerdo salarial con los funcionarios ni la rebaja en el IRPF, dos medidas que por sí solas restan más de 2.500 millones de euros a las cuentas del Estado.

Entrarán 12.000 millones de euros de nuevos ingresos fiscales, pero el ministro de Hacienda admitió este martes que al Gobierno no le quedará más remedio que recortar en otras partidas para que las cuentas - al menos sobre el papel - salgan. Luego, el paso de los meses, el curso de los acontecimientos y las tradicionales bajas ejecuciones en partidas como la I+D (muy dotadas y muy poco aplicadas) permitirán ajustar los gastos en la medida de lo posible.

Mejores perspectivas económicas

En su primera intervención en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el ministro de Economía, Román Escolano, anunció una mejora de cuatro décimas en la previsión oficial de crecimiento de la economía española desde el 2,3% en que nos movíamos hasta ahora a un 2,7%, que es el que dará soporte al proyecto presupuestario cuyas líneas maestras se han presentado este martes. El sucesor de Luis de Guindos justificó esta revisión al alza - que sitúa la previsión oficial en línea con el consenso del mercado- por la mejora de las expectativas económicas en toda Europa y por una esperada recuperación de la inversión doméstica, particularmente la privada, ya que la pública sigue condicionada a la sujeción de España al procedimiento de déficit excesivo.

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