El Gobierno 'vende' el europeísmo de los españoles como baza ante los inversores

  • La presentación a inversores del Tesoro resalta el fuerte sentimiento pro-europeo en España como una de las fortalezas de los Presupuestos de 2019.
Gráfico sobre apoyo europeos a UE
Gráfico sobre apoyo europeos a UE

Por lo visto el fuerte sentimiento europeísta de los españoles es una baza imbatible cuando de lo que se trata es de 'vender' las fortalezas de España a los potenciales compradores de títulos de deuda pública doméstica. La última presentación a inversores del Tesoro Público recurre en una maniobra sin precedentes al argumento del 'europeísmo' de los españoles no solo para glosar el 'momentum' de la economía doméstica sino también como argumento a favor del proyecto de Presupuestos Generales del Estado presentado en las Cortes el pasado 14 de enero.

A la hora de glosar las bondades de los primeros presupuestos de la era Sánchez, el Tesoro Público destaca cuatro puntos básicos: la fuerte reducción del déficit que plantea, desde el 2,8% en que se prevé cerrar este año hasta el 1,3% que se incluye en las cuentas públicas; el continuismo en la senda de reducción de la deuda pública del 96,9% al 95,4%; el marginal impacto en el crecimiento del ajuste fiscal adicional que el Gobierno se ha visto obligado a asumir; y finalmente el fuerte compromiso de España con los presupuestos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, es decir, con las políticas de consolidación fiscal. 

El Tesoro ha debido entender que en un contexto general de tensiones sociales y sentimiento antieuropeo latente en Reino Unido, Italia o Francia convenía glosar esta última afirmación sobre la política presupuestaria gubernamental con un apunte adicional: "Fuerte sentimiento pro-europeo a lo largo de toda la crisis"

El asunto no se queda ahí. A la ahora de ilustrar la aparente mayor fortaleza de la economía española respecto a otros pares que también pudieran resultar atractivos para los inversores, el Tesoro se decanta por incluir cuatro gráficos en su presentación. Uno, con las previsiones económicas del FMI para 2019 que sitúan el crecimiento de España (2,2%), levemente por encima de la media de las economías avanzadas (2,1%), pero por encima de la mayoría de los principales países europeos y de la media de la Euro Area (1,9%), además de dejar a España como el único gran país de la UE al que no ajusta a la baja su crecimiento.

En segundo lugar, una comparativa de las previsiones para España de los principales institutos de análisis domésticos y extranjeros, que demuestra la estabilidad de sus predicciones. El tercero es un gráfico del incremento de la renta per cápita desde 1999 en el que España sale muy bien parada respecto a la media europea, respecto a Alemania y, sobre todo, en relación a Italia.

El cuarto gráfico es más exótico y no se refiere a ningún indicador económico. Se trata de una tabla extraída de datos de Eurostat que ilustra el mayor o menor compromiso de los habitantes de los diferentes países europeos con el proyecto de la Unión Europea: España, con un 72%; solo figura por detrás de Alemania (81%) y por encima del resto de los países de la Unión Europea, en algunos caso de manera muy holgada. Si algo les va a quedar claro a los potenciales inversores en deuda española es que el compromiso de los españoles con Europa es firme.

Con éste y otros argumentos de naturaleza más económica, el Tesoro Público espera convencer a los inversores de adquirir los 209.526 millones de euros que España ofrecerá al mercado a lo largo de 2019 e incorporar a la nómina de tenedores de deuda española a nuevos actores que hasta el año pasado no consideraron los títulos domésticos en sus carteras por el perfil de riesgo que se derivaba del rating.

Las agencias han mejorado su visión sobre España y ya el año pasado el Tesoro empezó a detectar un renacido interés de inversores asiático en los títulos de deuda española que esperan consolidar en 2019.

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