"Las granjas avícolas cerrarán"

"No habrá carne de pollo en el mercado si la energía y el pienso siguen al alza"

El sector denuncia que el aumento del precio del gas, la electricidad y la alimentación animal han disparado los costes, mientras que los contratos con los clientes se han congelado o disminuido su importe.

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Las granjas avícolas agonizan a pesar de las ayudas al combustible del Gobierno.
Cedida por Defiende tu avicultura

La crisis energética ha agitado de lleno la economía mundial. Sus múltiples brazos golpean a diestro y siniestro a prácticamente todos los sectores, y provocan que muchos de ellos agonicen en el epicentro de una situación que está a punto de volverse irreversible. Las granjas avícolas, por ejemplo, están que trinan y ponen el grito en el cielo ante una situación que consideran injusta. Denuncian, además, que mientras los precios del gas, la electricidad o el pienso se disparan, los contratos que firman con sus clientes para la cría y el engorde de pollos se han congelado: no suben su precio y no admiten negociaciones sobre ello. Esto daría lugar a un escenario fatal: los mercados podrían quedarse sin carne de pollo.

Alexis es un joven ganadero de 41 años que hace tan solo dos decidió adentrarse en la aventura de la crianza avícola. Probó suerte con una granja con capacidad para 55.000 pollos situada en el término municipal de Calzada del Coto, en León. Hoy, duda sobre la rentabilidad de aquel proyecto en el que depositó toda su ilusión: "La luz y el gas han pasado de costarme 20.000 a 70.000 euros al año". La situación ha provocado que ya se estén viendo las primeras pérdidas en el sector: "En las dos últimas crianzas he perdido de 2.000 a 3.000 euros". Este ganadero teme que, si los precios se mantienen así, se vea obligado a declararse en quiebra en octubre. "Como yo estaríamos el 50% o el 40%. Los que no hayamos amortizado la explotación estamos condenados a desaparecer. Además, no habrá carne de pollo en el mercado si la energía y el pienso siguen al alza", dice a La Información amargamente.

La crisis energética ha provocado que Alexis, junto a otros 319 ganaderos, funden 'Defiende tu avicultura', una plataforma por la defensa de la avicultura de carne. A través de ella han enviado un escrito al titular de Agricultura, Luis Planas, documento al que ha tenido acceso este periódico. En él, los firmantes advierten del "desabastecimiento total de carne de pollo en el mercado español a lo largo de 2022".  Para acabar con esta situación piden que se compensen el coste de las labores de cría y engorde: "No es justo que nos conviertan en el amortiguador para no subir más el precio de venta al público del pollo", reza el comunicado.

Los demandantes consideran que las empresas de integración -las que trasladan los pollos a sus granjas para recogerlos después de la cría y engorde- son las que marcan el precio, y que lo están manteniendo a pesar de "la brutal subida del gasto de las granjas avícolas". La plataforma clama para que se intervenga y controle la Ley de la Cadena Alimentaria, que según denuncia el colectivo no se está cumpliendo: "Se supone que tiene que dar beneficios a todos los eslabones de la cadena y sin embargo, nosotros ya estamos con pérdidas".

La opción de que el Gobierno apruebe ayudas para la electricidad o el gas -como ha anunciado este lunes Pedro Sánchez que hará con la gasolina- no contenta del todo a Alexis, aunque las vería con buenos ojos si fueran subvenciones a fondo perdido: "En caso de que el Gobierno no quiera meterse a supervisar el cumplimiento de la Ley de Cadena Alimentaria entendería que recibiéramos subvenciones por pollo, que calculo que sería de unos 17 céntimos por animal". Además, insiste en que verían bien que la ayuda variara en función del precio y de sus gastos.

Otro miembro de la plataforma es Pablo, que cuenta con seis naves en Valtierra (Navarra), con capacidad para 240.000 pollos. La desesperanza en su voz le delata, ya que se juega mucho. Expone sus reivindicaciones a este periódico: "Estoy pagando 150.000 euros más. Si sigue así la situación, en verano nos veremos obligados a cerrar". Coincide en el diagnóstico con Alexis, aunque para nada apoya las posibles ayudas: "Es un engañabobos. Ya pasó en 2008 y no solucionaron nada. Nos están robando por todos lados y la gente no se da cuenta". Hace hincapié en que la solución pasa por controlar la cadena alimentaria para "que nadie se aproveche".

Mientras esperan recibir una respuesta del Gobierno, los ganaderos avícolas se centran en minimizar los daños al máximo posible. Esperan y confían en que la situación se resuelva pronto y que los precios de los contratos con las empresas integradoras sean justos. De lo contrario, el sector estaría abocado a la ruina, y con ello las inversiones de muchos ganaderos que aún no han amortizado las explotaciones.

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