Grecia afronta una nueva huelga en el transporte a la espera de la troika

  • Los sindicatos griegos se proponen paralizar hoy Atenas, en una nueva jornada de huelga de transportes, mientras se espera en las próximas 48 horas la llegada de los supervisores internacionales de la UE, el FMI y el BCE.

Atenas, 28 sep.- Los sindicatos griegos se proponen paralizar hoy Atenas, en una nueva jornada de huelga de transportes, mientras se espera en las próximas 48 horas la llegada de los supervisores internacionales de la UE, el FMI y el BCE.

Los ciudadanos griegos y los turistas han tenido que recurrir a vehículos particulares para desplazarse, lo que ha ocasionado desde muy temprano atascos en las calles de Atenas, ha informado la policía a Efe.

Los empleados de las empresas de transporte protestan contra la orden del Gobierno socialista de reducir la plantilla en un 10 %, enviando a los funcionarios afectados a la "reserva", a la espera de ser contratados dentro de un año o ser despedidos.

Las empresas del transporte público continúan ocasionando pérdidas en el sector, que este año alcanzará los 150 millones de euros.

Por su parte, los 27.000 propietarios de taxis en todo el país se oponen a la liberalización de la profesión, que hasta ahora estaba en manos de unos pocos con la venta de licencias de forma privada a unos precios que alcanzaban los 200.000 euros, que con la nueva ley se reduce a unos 1.000 euros y está abierta a todo el que esté interesado.

Los funcionarios de Hacienda y de aduanas continúan por segundo día su protesta por la reducción de sus ingresos, paralizando las inspecciones que el Gobierno ha ordenado en forma urgente para alcanzar el objetivo de reducir el déficit fiscal al 7,6 % del PIB desde el 10,5 % de 2010.

Los funcionarios de los ayuntamientos están en huelga desde ayer también en protesta por el cierre de algunos organismos estatales y la reducción del personal y han convocado a una ocupación de todas los corporaciones al mediodía.

Los acreedores internacionales, sus socios europeos y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han exigido a Grecia reducir su sector público, lo que supone recortar el 30 % del mismo hasta 2015, con un total de unos 300.000 despidos o jubilaciones anticipadas.

Según un informe encargado por la Confederación de Trabajadores de Grecia (GSEE), el mayor sindicato griego, el desempleo llegará hasta el 26 % en 2012, con 1.300.000 desempleados, cuando ahora son unos 800.000 y está en el 16 %.

En una reunión que mantuvo anoche en Berlín el primer ministro griego, Yorgos Papandréu, con la canciller alemana, Angela Merkel, la líder alemana puntualizó que cuenta con su apoyo pero que Grecia debe de cumplir con sus obligaciones.

El Gobierno espera la llegada a Atenas dentro de las próximas 48 horas de los inspectores de la "troika", que se marcharon de forma repentina el 2 de septiembre al ver que Grecia se había desviado de sus metas y presentaba un agujero presupuestario de 1.700 millones de euros sobre los objetivos marcados.

A su regreso, se espera que concluyan un informe sobre el nuevo programa de austeridad y libere así un tramo de ayuda de 8.000 millones de euros indispensable para pagar sueldos y pensiones en octubre.

El Parlamento heleno aprobó anoche con una estrecha mayoría de 155 escaños, de un total de 297, un nuevo impuesto sobre la propiedad, de pago obligado incluso a desempleados y minusválidos con el que se pretenden recaudar 2.000 millones de euros.

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