Grecia pospone su respuesta a la UE a pesar de las amenazas europeas

  • Grecia mantiene a la Unión Europea (UE) un día más en vilo, tras posponer hoy el gobierno de Lukás Papadimos una crucial reunión en la que debería haber contestado a las exigencias de nuevos recortes a cambio de otro préstamo internacional para evitar la bancarrota del país.

Andrés Mourenza

Atenas, 6 feb.- Grecia mantiene a la Unión Europea (UE) un día más en vilo, tras posponer hoy el gobierno de Lukás Papadimos una crucial reunión en la que debería haber contestado a las exigencias de nuevos recortes a cambio de otro préstamo internacional para evitar la bancarrota del país.

Y eso a pesar de la presión de la canciller alemana, Angela Merkel, y del presidente francés, Nicolas Sarkozy, quienes reunidos en París, dijeron hoy que el "tiempo se agota" para Atenas.

"La situación de Grecia tiene que arreglarse de una vez por todas", afirmó el mandatario galo.

De hecho, en la mañana de hoy Panos Beglitis, portavoz del socialista PASOK, uno de los tres socios de la coalición que gobierna Grecia desde octubre, reconoció que la "troika" había dado de plazo hasta el mediodía de hoy para obtener una respuesta clara.

Sin embargo, a media tarde el gobierno decidió aplazar un día más su decisión, debido a las diferencias que suscitan las exigencias europeas en el seno de la coalición.

La "troika internacional", que conforman la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), exigen a Grecia una fuerte reducción de los salarios, la eliminación de las pagas extras, la rebaja del salario mínimo, y recortes de pensiones y gasto público, a lo que los partidos del gobierno se resisten a firmar porque temen que la austeridad hunda al país aún más en la recesión que sufre desde hace tres años.

"Nos están pidiendo (algo que provocará) más recesión. Y yo lucho contra ello", criticó ayer el líder de la conservadora Nueva Democracia (ND), Antonis Samarás, a la salida de una reunión de cinco horas con Papadimos y los otros dos líderes de las formaciones que forman el Ejecutivo (socialdemócratas, conservadores y ultraderechistas) que concluyó una vez más sin acuerdo.

Pero si no se aprueban las nuevas medidas, la UE y el FMI se niegan a conceder un nuevo préstamo de al menos 130.000 millones de euros y bloquean la quita de parte de la deuda, cuyo acuerdo -prácticamente cerrado- serviría para reducir el monto de lo que adeuda Grecia, más de 360.000 millones de euros, o el 160 % del PIB, que hasta 2020 debería haber bajado al 120 %, según los cálculos.

Y sin préstamo ni quita, Grecia se dirigirá irremisiblemente hacia la bancarrota el próximo día 20 de marzo, cuando debe desembolsar sin falta 14.400 millones de euros de su deuda soberana.

Con todo, Yorgos Karatzaferis, líder de la formación ultraderechista LAOS y tercer socio de gobierno de Papadimos, quitó hierro a las amenazas europeas.

"Grecia no va a abandonar Europa. Todos estos chantajes son parte del contexto de la negociación", aseguró Karatzaferis hoy a Radio 9 y añadió que Grecia "aún conserva más soberanía de la que algunos creen".

Al mismo tiempo, explicó que la posición de los partidos griegos ha ayudado a rebajar las exigencias de la "troika".

En cambio, los partidos del gobierno griego sí que habrían aceptado reducir el gasto público durante 2012 en un 1,5 % del PIB, unos 3.300 millones de euros, ciertos recortes de pensiones y medidas de recapitalización bancaria.

Según la agencia AMNA, si no se produce un acuerdo sobre los recortes exigidos por la "troika", la parte griega haría una contrapropuesta de memorándum con las medidas que hayan logrado consensuar entre sus socios.

Pero las nuevas exigencias de la "troika" han exasperado a los actores sociales de un país, cuyo desempleo ha crecido hasta casi el 20 %, mientras los salarios han bajado un 25 % en los últimos dos años y los precios han subido un 10 %, lo que ha provocado una caída en picado del consumo y el cierre de más de 60.000 negocios.

Tanto la patronal como los sindicatos rechazan nuevos recortes salariales y, estos últimos han convocado una huelga general en todo el país para mañana.

"Esto no es una negociación, sino la crónica de una muerte anunciada. Es un chantaje por parte de la 'troika'. El pueblo griego no es un conejillo de Indias. ¡Basta ya!", denunció el presidente de la Confederación General de Trabajadores de Grecia (GSEE), Yannis Panagópulos.

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