Greenpeace remarca la urgencia de eliminar los plaguicidas químicos para las abejas en europa


Greenpeace publicó este martes el informe 'El declive de las abejas. Peligros para los polinizadores y la agricultura en Europa', donde realiza una revisión científica de los principales factores que están provocando el fin de estos insectos.
Greenpeace ha analizado cómo ciertos tipos de plaguicidas están afectando directamente a las abejas, fundamentales para la agricultura y el medio ambiente. Por ello, demanda su prohibición urgente e inmediata.
Según la organización, esta prohibición sería un primer paso crucial y eficaz para proteger la salud de las poblaciones de abejas y salvaguardar así su importancia para la polinización, un servicio ecológico y gratuito fundamental para la seguridad alimentaria y los ecosistemas.
En este sentido, recuerda que una tercera parte de nuestros alimentos dependen de la polinización de los insectos, principalmente las abejas. Su valor para la agricultura europea supone unos 22.000 millones de euros anuales y a nivel mundial de unos 265.000 millones de euros.
El informe de Greenpeace pone de relieve que el dramático descenso general global en las poblaciones de abejas es el resultado de múltiples factores, como las enfermedades y los parásitos, el cambio climático y muchas prácticas de la agricultura industrial. Dentro de estas últimas, las evidencias científicas recogidas por la organización destacan el papel mortal de algunos plaguicidas, entre los que se encuentran los neonicotinoides.
Además de la intoxicación aguda que provoca la muerte inmediata de abejas, los efectos subletales de estos plaguicidas a dosis bajas son diversos y extensos, abarcando desde efectos fisiológicos, alteración del patrón de pecoreo (actividad de recolección de néctar, polen, agua y propóleos en el exterior de la colmena) e interferencias en el comportamiento alimentario, hasta efectos neurotóxicos en los procesos de aprendizaje.
"Las abejas y los polinizadores silvestres son demasiado valiosos para que los perdamos. Los países de la UE simplemente no pueden esperar más y deben actuar prohibiendo total e inmediatamente los plaguicidas tóxicos para las abejas", dice Luis Ferreirim, responsable de la campaña de Agricultura de Greenpeace.

Mostrar comentarios